Capítulo 27

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-Y realmente creo que lo superé, pero él se niega a hablar conmigo. Hace dos días debíamos hacer equipos, y él prefirió trabajar con Owen que conmigo...¡Con Owen! -chilló Tonks -Am, ¿me estás escuchando?

-Por supuesto...

-Claro que no -rodó los ojos y dejó su tenedor en la mesa.

-Sí, Ashton no quiere hablar para solucionar sus diferencias, y prefiere hacer equipo con el estúpido de Owen que contigo. Sí te escuché.

-Está bien... -Tonks me quedó mirando unos segundos -Tu comida se va a enfriar, ¿puedes venir a sentarte? -preguntó irritada.

-Estoy ocupada.

-Estás ocupada fumando, si dejas de fumar tal vez podrías comer. Lo preparó mi madre.

Tonks parecía mi madre este último mes, y sé que lo debía de agradecer, pero ya estaba harta.

Dejé de vivir en la casa Black, principalmente porque necesitaba estar sola, y tener a Sirius todo el día no era de mi agrado en esos momentos. Seguía siendo parte de la Orden, pero ya no era un miembro activo, y dejé de trabajar en en la oficina de Aurores.

Intenté muchas veces ir a una reunión de la Orden, o levantarme en las mañanas a trabajar, pero no podía, pensar que debía llevar mi vida con normalidad, después de todo lo que pasó, me hacía solo sentir más angustia.

Me mudé a un departamento muggle y conseguí una nueva varita, pero ni siquiera la usaba. Mi vida se basaba en fumar en la ventana mientras leía un libro. Ni siquiera cocinaba, comía lo que me traía Tonks. 

Realmente no sabía lo que estaba haciendo con mi vida, solamente necesitaba parar.

-Te lo guardaré -gruñó Tonks de mala gana.

Tonks tomó mi plato y lo fue a dejar a la pequeña cocina.

 Puse mi vista en el paisaje mientras me terminaba de fumar mi cigarro. Se podría decir que tenía una vista maravillosa, pero no lo podía ver así, no podía apreciar lo afortunada que era por poder observar el lado bonito de la ciudad. 

Cerré los ojos y suspiré cuando vi una lechuza acercarse. No sé si mis vecinos habían visto alguna vez una lechuza, pero seguramente se les hacía extraño ver a una con una carta en el pico cada día.

La tomé y la puse encima de la mesa junto a las demás cartas, mientras aplastaba el cigarro en el cenicero. 

-¿Y eso?

-Charlie...

Tonks se quedó en silencio unos segundos observando sorprendida la cantidad de cartas.

-¿Todas esas son de él?

-Sí...

-¿Y no las has leído? -negué -¿por qué?

-Se supone que me iba a dar espacio.

-Oh...

-Debió ser mi culpa, yo... yo le contesté una carta cuando volvió a Rumania y fui muy... -me quedé en silencio.

-¿Qué le dijiste, Am?

-Nada malo, solo fui cortante y pesada.

-Bueno, seguramente eso confundió más al pobre chico. Debe estar preocupado... como todos.

-¿Pobre chico? -la miré sorprendida -¿desde cuando llamas a Charlie pobre chico?

-Desde el día que le pediste espacio, Am, desde ese día -me miró dudosa unos segundo -no te quería decir nada, pero... Charlie estaba bastante afectado con lo que pasó, creo que piensa que es su culpa o algo así.

Dragones en las estrellas [Charlie Weasley] TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora