Dragones en las estrellas [Charlie Weasley] TERMINADA

Capítulo 44

Charlie Weasley

¿En qué momento se habían invertido los papeles? 

Amber estaba haciendo explotar mi mente, y ni siquiera hablamos más de 10 minutos. ¿Qué estaba haciendo esa mujer conmigo, maldición?

-¿Qué haces durmiendo todavía? 

-Bill, por favor...-murmuré mientras subía la sábana hasta mi cabeza. 

-Hoy es mi boda y tú -sentí el golpe de una almohada en mi cabeza -eres mi padrino. 

-Sí, ya me lo has dicho como mil veces.

-Deberías estar ayudando y tranquilizándome. Esa es tu tarea, ¿lo sabías?

Otro almohadazo en mi cabeza.

-Te dije que sería un pésimo padrino de bodas -respondí sacando la sábana de mi cara antes de recibir otro almohadazo, que más que almohada parecía una bolsa de piedras.

Bill negó con la cabeza y tiro la almohada a su cama.

-Anda a darte una ducha que si mamá te ve durmiendo se va a volver loca.

-Mamá me tiene pena aún -me incorporé en la cama -le doy lástima.

Bill se sentó en mi cama y me quedó observando.

-No te tiene lástima, Charlie.

-Está bien. Tengo mis ventajas -bostecé -no hagas una charla terapéutica de un simple comentario, Bill, no es necesario que actúes como mi hermano mayor hoy. En serio -insistí -me gusta más cuando estás callado. 

-¿Qué pasa? ¿Tuviste insomnio?

Sí, maldición, sí. Amber me tiene con insomnio.

El insomnio se había vuelto parte de mí los primeros meses de la pérdida de Dragoncito, y por supuesto que Bill se iba a dar cuenta si dormíamos en la misma habitación. Odio cuando me empieza a hablar de lo linda que es la vida y de lo que debo hacer para salir adelante, pero en el fondo lo agradezco. Agradezco su preocupación porque sé que es el único que ha estado para mí incondicionalmente, aguantando mi mal humor y todos mis ataques de idiotez.  

-¿Amber? 

-¿Quién más podría ser? 

Bill soltó una pequeña carcajada.

-¿Por qué? ¿Hablaron? -asentí -Cuéntame, Charlie, quiero saber como sigue la historia de amor. 

No le iba a contar lo que pasó. Es que ni siquiera yo lo tenía claro todavía. ¿Ella me había propuesto algo? ¿O yo y mis necesidades habían entendido mal?

-Nada importante.

Bill soltó un bufido.

-¿Nada importante o nada que me quieras contar? -me quedé en silencio -Vamos, Charlie, nunca me cuentan las partes importantes de la historia. 

-No es tan fácil -murmuré, sacándole la mirada de encima.

-Bueno, hoy vendrá a la boda -se levantó de la cama y empezó a caminar a la puerta -tómate un par de tragos para que te den valor.