CAPÍTULO 1
Nyari
Todo está en silencio, las risas, la alegría, todo desapareció, las luces se apagaron, lo único que alumbra, es la luz de la luna, el caos comenzó, pasos fuertes se escuchan, seguido de fuertes destellos, son balas atravesando los muros, recargan y vuelven a disparar, ellos intentan repeler al enemigo dando batalla, combaten cuerpo a cuerpo recibiendo heridas mortales, están muy heridos, los refuerzos, no llegan... nunca pensé que todo terminaría así, esto no puede estar pasando, no de esta manera, no quiero seguir viendo esto; no puedo, no lo soporto, toda la sangre, el llanto, no paro de llorar, esto no puede ser real, no están muertos, no son ellos los que se desangran, es mentira, todo es una pesadilla, solo una pesadilla, debo despertar, debo hacerlo, debo... cuando abra los ojos, esto solo será un mal sueño, solo eso, un sueño, un sue...
—Señorita, señorita —escucho una voz a lo lejos— señorita, despierte, debe colocarse el cinturón, pronto aterrizaremos ¿Está bien? Parece que tuvo un mal sueño.
—Descuide, estoy bien —abrocho mi cinturón.
—Es muy hermosa, señorita —dice un niño a mi lado entregándome una rosa hecha de papel— para usted.
—Ya me lo han dicho antes —tomo la rosa—, usted es muy apuesto, pequeño joven.
—Ahora, que recibió mi obsequio, debe casarse conmigo —que pequeño, más atrevido.
—No crees, que eres demasiado joven para pensar en casarte —respondo ante tal propuesta.
—Me está rechazando —dice indignado— soy un hombre, rico y poderoso, puedo cumplir todo lo que desee, cualquier capricho que pueda imaginar.
—Estoy segura de que sí, pero me arrestarían si acepto.
—No se preocupe a mi lado nadie se atrevería a meterse con mi mujer —me causan gracia sus palabras.
—Cariño, no molestes a la señorita —dice la mujer que lo acompaña regañando al niño.
—Entonces ¿acepta? —dice ignorando a la mujer, que lo fulmina con la mirada.
—Creo que tendré, que rechazarlo, si la próxima vez es una rosa real y no hecha de papel, lo consideraré como potencial candidato.
—Hecho —habla con voz firme.
Bajo del avión, tomo mi equipaje...
—Señorita Watson —volteo a ver al hombre vestido de traje—, Capitán Iván Torres —me ofrece su mano a modo de saludo.
—Sara Watson —correspondo el saludo.
—Nos vamos —dice señalando la salida.
Abordamos la camioneta, conduce por un tiempo, llegamos a un lugar apartado de la ciudad, solo se ven árboles, es un camino estrecho, sin nada más alrededor hasta, que nos topamos con un portón grande, muestra su identificación y nos permiten el paso, se estaciona.
—La espera en su oficina —menciona indicando el camino.
Llegamos, abro la puerta, esta con otros hombres, parecen tener una reunión.
—Llegaste —dice con una sonrisa— Sara Watson —me presenta ante los hombres.
—Ander —habla uno.
—Alex —se presenta otro.
—Ella, nos ayudará con nuestro pequeño problemita —minimiza el gran problema.
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Nyari: El Imperio Caído
RomanceHay momentos en los que las personas se aman con locura y pasión desenfrenada, incluso se dice que nacemos con un hilo rojo, que no importa que se enrede, tuerza o jale, este no podrá romperse, no importa el tiempo que pase, no cambiara nada, pero ¿...