Nyari: El Imperio Caído

CAPÍTULO 43

CAPÍTULO 43

Nyari

—Elijo no participar —habla Thomas ante el plan del operativo.

—Yo tampoco —menciona Sam.

—Ni yo —habla Saul—, coronel.

—Fue una orden, esto para ustedes es un juego —Ethan los reprende.

—Deja que no participen —le digo a Ethan—, pueden retirarse —permito que salgan de la sala.

—Prepárense —ordena Ethan—, partiremos al mediodía.

Ethan se molesta. Salen todos de la sala.

—Han pasado varios días —me dice Ethan—, ya es para que lo hubieran superado.

—No van a superar lo que hice de la noche a la mañana —les arrebaté a un miembro de su familia.

—Vamos los que estamos y punto. Hay más soldados en el comando, ellos no son los únicos.

—No pueden hacer lo que se les dé la gana, y tú, no puedes permitirlo —la reprimenda ahora va dirigida hacia mí.

—No iniciemos una disputa entre nosotros —le digo—, deja de estar molesto por lo que pasó hace un momento.

—Lo que pasó hace un momento, no es lo único que me tiene molesto, incluiste al capitán Dilan en este operativo.

—Lo hice porque tú, lo has excluido de los anteriores.

—No lo quiero cerca —expresa lo que ya se.

Respiro profundo y trato de no alterarme, no es el momento para iniciar una discusión. Seguimos con el operativo como estaba planeado.

Llegamos a la ubicación y el primer equipo entra, es comandado por el capitán Dilan, cosa que a Ethan le molesta.

Un ataque llega por nuestro flanco derecho, el capitán Dilan ya recupero el chip, así que doy la orden de que se retire.

El ataque se detuvo, pero Alexei, Ethan y yo nos alejamos del resto del esquipo, hay 3 caminos a nuestro frente.

—Derecha —Ethan dice que por la derecha.

—Por la izquierda —propongo.

—Yo leí el mapa —recalca Ethan—, vamos por la derecha.

—Yo sigo a mi intuición y eligió la izquierda —dejo en claro.

—Dejen de pelear y vamos por el camino recto —propone Alexei, Ethan y yo lo miramos y luego nos miramos entre sí. Avanzo a la izquierda e Ethan avanza por la derecha— Chicos ¿y yo? —dice Alexei, él decide y por el camino que propuso. La noche se acerca, los caminos al final llegaban a la misma dirección. Es algo que todos sabíamos.

Un hombre nos deja pasar la noche en sus cabañas, hasta que nuestro transporte llegue.

Enciende una fogata, y nos colocamos alrededor, únicamente estamos el hombre, Alexei y yo. Ethan quién sabe dónde se metió.

—Hace poco descubrí quién puede que ser el hombre —me susurra Alexei. Desde que llegamos quiere saberlo.

—¿Quién es? —el hombre es muy raro y demasiado ermitaño, parece que no ha convivido con gente desde hace tiempo.

—Se dice que todo aquel que tenga una marca en la palma de su mano, hizo un juramento de sangre.

—Nunca había escuchado de eso. ¿Qué clase de juramento y a quién? —me da mucha intriga la historia de Alexei.