CAPÍTULO 46
Nyari
Estamos en una reunión discutiendo la primera entrega de armamento hacia la familia Morrison. Me acerco a la puerta, todo ha concluido, Ethan, aprobó la nueva producción y estuvo conforme con las piezas.
Acepté que algunos soldados pisaran el lugar dónde producen las armas y explosivos, dejo que los sargentos a mí cargo curioseen alrededor por un tiempo.
Llegó la hora de irnos, los reúno para marcharnos. Mi mano está a punto de tocar la perilla, el reloj en mi muñeca comienza a vibrar sin parar y una luz se desprende de el.
La alarma de la base del armamento se activa. Nadie entiende que pasa. Que la alarma de mi reloj suene de esa forma, solo significa una cosa y no es algo bueno. Abro la puerta con la sorpresa de ver a un hombre al otro lado, tiene su mano en posición para tocar la puerta. "Alguien va a morir" digo en mi cabeza. Esto no me está pasando ahora. El hombre me dedica una sonrisa.
—He, Princess —dice el hombre al otro lado de la puerta, quedo atónita, él no debería estar aquí ¿Cómo me encontró? Suelto la perilla de la puerta y está, vuelve a cerrarse. Me quedo boquiabierta, esto está peor que mal. Me falta el aire y debo disimular.
—El hermano del siglo —comenta Maya sorprendida. Ethan, no entiende que sucede y sinceramente yo tampoco.
—¿Hermano del siglo? —Ethan masculla y Maya se tapa la boca, cómo si hubiera cometido un error.
—Una casa en Bombay a quién logre tocarlo —giro unos cuarenta y cinco grados y paso mi mano por el sensor y se abre el muro de la pared, lleno de armas. Nadie entiende lo que hago o por qué lo hago.
—¡Qué comience la diversión! —indico tomando una de las armas del muro— ¿Qué esperan? —digo hacia los presentes que se miran unos a otros. Agrego— y un maletín lleno de dinero —todos toman un arma con la oferta.
—¿Qué ocurre? —me pregunta Ethan, no respondo, abro la puerta y el hombre que estaba parado justo en la entrada, ya no está. Sabe lo que le espera, venir aquí sin mi permiso, le saldrá muy caro.
—Alguien va a desear no haber nacido —escucho a mi amiga comentar hacia Ethan.
Avanzo con un único objetivo, desquitar el enojo de hace meses. La persona que acaba de llegar es la que siempre ha llamado, una y otra vez, llamadas que he ignorado, el mismo hombre que gasta el dinero de mis cuentas a manos llenas para llamar mi atención.
Sigo avanzando por los pasillos, buscando a la persona.
Todos hacen lo mismo, excepto Ethan, que no se presta al juego.
Veo a mi objetivo a unos metros, se oculta en uno de los árboles.
Es un hombre con el iris de los ojos, color miel, con un tono verdoso alrededor, alto, con una muy buena figura, cabello castaño claro, mandíbula marcada, pestaña poblada al igual que la ceja. Un hombre muy guapo.
¿Qué hace aquí? ¿Cómo es posible? Peor aún, Ethan lo vio. ¿Qué haré? Esto no debía pasar.
Veo a Maya, tiene en la mira a Liam, siempre ha querido una casa en Bombay y siempre ha deseado dejar un rasguño en el cuerpo del hombre que apareció de la nada, obviamente no va desaprovechar la oportunidad. Maya es una gran francotiradora, tiene gran destreza en ello, a punto con mi arma, dejo salir una bala que da justo en el arma de Maya.
—¡Eso es trampa! —se queja Maya cuando desvió la bala que estaba a punto de disparar en dirección hacia Liam. Liam habla hacia mí.
—Estás molesta y es normal, pero no es para tanto, ya fue suficiente tortura todos estos meses lejos de mi hermana mayor —sus últimas palabras resuenan en mi cabeza, hay demasiados presentes para que diga eso—, tregua, exijo tregua —sale con las manos en alto. Me mira fijamente a los ojos con un rostro gentil. Toco con mi mano el barandal y de un salto llego al suelo del otro lado.
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Nyari: El Imperio Caído
RomanceHay momentos en los que las personas se aman con locura y pasión desenfrenada, incluso se dice que nacemos con un hilo rojo, que no importa que se enrede, tuerza o jale, este no podrá romperse, no importa el tiempo que pase, no cambiara nada, pero ¿...