CAPÍTULO 48

5.2K 297 93
                                    

CAPÍTULO 48

Nyari

Abro los ojos adormilada, Ethan ya había despertado y me observa.

—¿Hace cuánto despertaste? —pregunto abriendo los ojos lentamente. El cuarto sigue oscuro a pesar de haber salido el sol. Ethan ya no deja la cortina abierta, desde que Denzel destrozó mi habitación con sus balas.

—No mucho —besa mis labios—, buenos días —musita en mi oído. Lo hace por lo que dije, de que no eran buenos sin un beso.  Correspondo el beso.

—Hermanita —Liam toca la puerta, trato de salir de la cama.

—Debo abrir —le digo a Ethan y me suelta, pero tarda para hacerlo. Salgo de la cama y me coloco mi bata de satén.

—Tenemos visita —dice Liam cuando abro la puerta. Únicamente entre abro la puerta.

—¿Quién? —cuestiono sin abrir la puerta de un todo. Él no puede ver al hombre semidesnudo en mi cama, de hecho, está completamente desnudo.

—Luca —responde y miro de reojo al hombre en mi cama—, vístete y sal a saludar —comenta Liam.

—Dile que morí de un ataque zombi.

—No lo haré —dice—, se una mujer adulta, vístete, que yo no pienso atenderlo y Maya, huyo a su habitación.

—Supongo que abriste la puerta sin saber quién era y cuando lo hiciste, te privaron de poder huir.

—Mi hermana me conoce demasiado —me sonríe.

—Te regalo mi botella de colección irlandesa —condiciono—, si te deshaces de él.

—Un placer tener una hermana cómo tú —sonríe, me guiña un ojo—, tú no te preocupes, Luca jamás existió.

Sonrío por lo que dice, cierro la puerta y regreso a la cama.

—¿Luca? —dice Ethan, pongo una rodilla en la cama.

—No tienes permitido hacer drama —beso sus labios.

—¿Cómo sabe dónde vives? —se tensa de inmediato.

—Ahora que lo pienso, debería preguntar, pocas personas lo saben —y definitivamente, él, no era uno.

—Deja que tu hermano, lo averigüe —me derriba en la cama.

—Ethan —me besa— Eth...

—Vayamos a desayunar a mi departamento.

—¿Y Liam y Maya?

—Que desayune con tu amiga.

—Si dejo que eso pase, intentarán matarse.

—Creí que se llevaban bien —parece confundido. En realidad, nunca se han llevado bien, únicamente se toleran.

—Se odian por un incidente hace varios años.

—¿Qué hacemos? —pregunta mirándome y dejando un beso en mis labios.

—Desayuna con nosotros —propongo.

—¿Todos? —dice enarcando una ceja.

—No quieres —comento.

—Mi idea es mucho mejor, con tu idea, habrá más que dos personas queriéndose matar —bromea—, sin embargo, acepto desayunar contigo.

Pongo los ojos en blanco por el tono en que lo dice, es como si yo, hubiera sido la de la idea de querer desayunar juntos.

—Ya que has aceptado, tendrás que subir a tu piso, volver a bajar y entrar por la puerta principal.

Nyari: El Imperio CaídoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora