Nyari
Estoy en la cama con Ethan, en su pent-house, el timbré suena varias veces al grado de ser molesto, Ethan está a mi lado.
Me cubro con la almohada y sigo escuchando el sonido del timbré.
—Ethan —mascullo.
—Iré a ver quién carajo es —Ethan sale de la cama, no sin antes dejar un beso en mi cabeza.
Deja la habitación y va a ver quién toca tan temprano.
Escucho una voz a lo lejos.
—Ethan, hoy quiero desayunar contigo —es Martha, termino de despertar de golpe.
—Estoy ocupado —dice Ethan.
Salgo de la cama, por hacerlo rápido, salgo volando hacia el suelo.
—Siempre estás ocupado.
—Auch —digo al tocar el suelo.
—¿Estás con alguien? —cuestiona Martha.
Mierda, digo en mi cabeza.
—Debe ser Kiara.
—¿Kiara? —es la voz de Martha.
—Mi cachorra —responde Ethan, nuestra, digo en mi cabeza.
Me pongo de pie y me visto.
—Esa cachorra —habla Martha, supongo que Kiara está con ellos—, ¿Hay alguien en tu habitación? —cuestiona Martha y escucho sus pisadas hacia la habitación.
—Madre —dice Ethan.
Termino de vestirme, recojo mis cosas y salgo corriendo al balcón, bajo deprisa.
Llego a mi piso y doy un respiro de alivio. Tengo la respiración agitada.
—Lo supuse —dice mi amiga cruzada de brazos mirándome en el marco de la entrada a la habitación—, la señora Morrison estuvo aquí hace unos minutos.
—¡Ah, sí! —menciono y entro a la habitación.
—Supongo que apareció de improviso en el pent-house de Ethan ¿no es así?
—Para que preguntar si ya sacaste conclusiones.
—Nyari.
—¿Qué?
—Te ves fatal —masculla mi amiga mirándome de pies a cabeza.
—¿Qué? —digo sin entender.
—Supongo que fue una noche entretenida.
—No sé de qué hablas.
—Pardiez —masculla mi amiga—, lo sabes perfectamente.
—Maya, no hagas esto.
—¿Qué cosa?
—Interrogarme de esta forma.
—No te estoy interrogando —menciona mi amiga sonriente.
—Lo haces.
—Claro que no —agrega con seriedad—, pero debemos hablar.
—¿Sobre qué?
—Tú sabes sobre qué —avanza a la salida—, pero primero dúchate, que, viéndote así, no puedo pensar —sale de la habitación.
¿Tan a sí me veo? Cuestiono en mi cabeza.
Entro a la ducha, me quito la ropa, o lo que queda de ropa, me observo en el espejo completamente desnuda y claro, Maya se refería a esto. Ethan no fue tan delicado anoche, pero me encantó.
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Nyari: El Imperio Caído
RomanceHay momentos en los que las personas se aman con locura y pasión desenfrenada, incluso se dice que nacemos con un hilo rojo, que no importa que se enrede, tuerza o jale, este no podrá romperse, no importa el tiempo que pase, no cambiara nada, pero ¿...