Nyari: El Imperio Caído

CAPÍTULO 53

CAPÍTULO 53

Ethan

Hoy fuimos a comprar comida para los cachorros después de su vacuna.

Conduzco al comando, observo a Nyari, sonríe, pero algo no me agrada, me enfada que siempre ocurra algo y ella deba resolverlo sola.

Su hermano lo único que le genera, son más conflictos.

Llegamos al comando y ella, va a realizar su trabajo. Tomó varios días de licencia y quiere ponerse al corriente. 

Que Liam le haya puesto las manos encima a Nyari, me puso a hervir la sangre. Cuando pienso en lo que pudo haber ocurrido si yo no llegaba, me hace enojar y pone intranquilo, aunque ese francotirador la protege, me sigue preocupando.

 Luego Nyari tiene que mover sus contactos para liberarlo de las acusaciones que le imputaron.

Respiro y hago los pendientes que tengo, no pude resolverlos pensando que Nyari lidiaba con todo sola.

Tampoco pude dormir adecuadamente.

Sigo pensando en lo que puede estar alterando a Nyari en este momento. Decido que volvamos temprano al departamento, no logro concentrarme. Voy a la oficina de Nyari, entro por los pasadizos.

—Vamos —mascullo.

—¿A dónde? Hace no mucho que llegamos —ella está sentada en su escritorio.

—Quiero descansar —musito, ella se coloca de pie.

—De acuerdo —se acerca, se coloca de puntillas y deja un beso en mis labios.

—Kiara —agrego—, Belenus —giran a mirarme—, vengan.

Ellos vienen y nos marchamos, conduzco de vuelta al edificio.

Bajamos del auto.

—Espera —me dice y baja el cierre de mi chaqueta.

—¿Qué haces? —no responde. Toma a Belenus en sus brazos y lo mete en mi chaqueta. Sacándome una sonrisa. Sube el cierre con cuidado. Y repite lo mismo, pero esta ocasión con Kiara. Ella la esconde en su abrigo.

—Listo —masculla y la atraigo a mi cuerpo y beso sus labios—. ¿Qué haremos cuándo crezcan y ya no podamos ocultarlos en nuestro cuerpo?

—¡De verdad, eso te preocupa!

—¡Por supuesto, son mis pequeños!

—Ya veremos que hacer cuándo ello ocurra.

Avanzamos al ascensor.

Subimos al ascensor y presiono su piso. Ella entrelaza su mano a la mía.

—¿El tuyo o el mío? —menciono.

—El mío —dice ella—, Liam fue al club y volverá tarde.

—Esta vez estás segura o lo voy a encontrar con una copa de vino esperándote.

—En todo caso —ella me mira—, sería un vaso de wiski, pero estoy segura, él no estará.

Las puertas se abren, bajamos. En realidad, no me preocupa que Liam este en el departamento de Nyari, tampoco el hecho de que me vea cerca de ella.

Lo que me molesta, es la actitud que él tiene con ella. Permanezco en la terraza.

Nyari juega con los cachorros en la habitación.

—Nyari parece intranquila —mascullo, eso no me gusta, estos últimos días han pasado muchas cosas y ella no debe alterarse, no quiero que sufra algún desmayo, que eso llegué a pasar, me perturba el ánimo.