EPÍLOGO

5.2K 295 125
                                    

"Dónde hubo fuego, alguien fue quemado y el infierno, desatado".

Se dice que solo algunos, son lo que nada los limita y aun en llamas permanecen de pie.

Pero... ¿A qué costo? ¿Cuál es el precio por permanecer de pie? ¿Cuál es el sacrificio a pagar? O, al menos ¿Vale la pena?

Hay seres que creyeron que nada podía afectarles, que nada iba a dañarlos, que nada iba a romperlos.

Nyari y Ethan, no eran el prototipo de una relación perfecta, de hecho, nunca lo fueron, se negaron esa oportunidad, e incluso para ellos, fue absurdo.

Ethan, si era una persona que pasaba por encima de todos, no era un príncipe azul y tampoco pretendía serlo. Él, era consciente de lo que era, y bueno, era claro que no, pero esta ocasión, no quería seguir siendo lo que era, estando solo, él, necesitaba de una Diosa que nada la limitaba, nada la detenía y aún mejor, nadie le impedía ser cruel, despiadada.

Nyari, no necesitaba de un caballero en armadura, ella, era capaz de defenderse a sí misma, sin ningún problema. Pero en esta ocasión, no quería hacerlo sola, podía, pero no quería.

Es cierto que no quería un caballero, eso no era lo que necesitaba, ella, necesitaba al Dios del averno y villano, uno cruel, despiadado, una verdadera pesadilla que paralizara solo con su presencia. Eso era lo que ella, quería y no solo eso, lo deseaba, pero sus deseos por primera vez, no fueron un mandato.

Dos villanos que se toparon cara a cara y creyeron que saldrían victoriosos, se equivocaron, un error que dolió y mucho, pero ninguno fue capaz de admitirlo.

Los cálculos que habían hecho, fallaron y el fallo fue demasiado.

Todos sabemos que en los planes de Nyari, la familia Morrison, ya no es necesaria, lamentablemente, Ethan, es uno de ellos.

Ethan, es consciente de ese detalle, pues de ingenuo, no tiene ni una pizca, pero él tampoco la necesita, nadie necesita a nadie, pero eso significa que, se volverán enemigos o que simplemente cortarán lazos.

¿Cuál es el verdadero significado de todo? ¿Cuáles son sus verdaderos deseos? ¿Qué fue lo que se negaron a admitir?

—¿Te irás? —pregunta Ethan.

—Siempre lo supiste —respondo, él, está de pie frente a mí, a tan solo unos centímetros.

—¿Qué haces aquí? —dijo Ethan mirándome diferente.

—Un último obsequio —dije mostrándole la pequeña caja de chocolates.

—Es por el obsequio o esperas que te detenga —masculla Ethan mirándome.

—¿Lo harás? —por alguna razón cuestiono.

—Nunca.

—Lo sabía —retrocedo un paso por sus palabras y agrego—, es solo por el obsequio, digamos que es por los buenos momentos de sinceridad que hubo entre ambos.

—¿Hubo sinceridad? —sale de su boca con sarcasmo.

—No seas un cabron —respira y agrega.

—No era necesario traer nada —dice Ethan, pero toma la caja de chocolates.

—Quise hacerlo —manifiesto.

—Regalas mi auto, me disparas y crees que puedes solucionarlo con una caja de chocolates.

—Creo que hubiera sido mejor opción el vino —Ethan, sonríe por mi respuesta.

—Yo creo que sí —masculla viendo la caja de chocolates.

Nyari: El Imperio CaídoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora