CAPÍTULO 16

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CAPÍTULO 16

Nyari

—Nyari, cariño —tocan la puerta es, Martha—, despierta quiero llevarte a un lugar —veo a Ethan, sigue en la cama, me tiene envuelta en sus brazos y piernas, le dije que debía irse antes de que despertaran, no lo hizo... digo en voz baja.

—Ethan, despierta —lo muevo un par de veces y despierta— debes irte —se pone de pie poniéndose el bóxer y el pantalón, yo también me visto.

—¿Todo en orden? —preguntan al otro lado de la puerta.

—Sí, salgo en un momento —digo en voz baja lanzándole su camisa—, date prisa —avanza hacia la puerta y lo tomo del brazo— ¿Qué haces? Sal por dónde entraste —pone los ojos en blanco.

—No dirá nada —me besa—, le agradas.

—No me importa si le agrado o no, está en el acuerdo —un acuerdo que irónicamente firmamos en una receta médica. Me besa, avanza unos pasos hacia la ventana, se le olvida un zapato y se devuelve por él. Martha, abre la puerta y me interpongo para que no la abra por completo.

—Martha, buenos días —Ethan, regresa y se coloca detrás de la puerta escondido, puerta que permanece entre abierta.

—Buenos días, linda, traje esto, espero que sea de tu talla.

—No era n...

—Sé que dirás, no es necesario, pero quiero hacerlo, así que, escoge alguno, de igual forma todos son para ti, cuando termines, baja y desayunamos en familia —Ethan, me acaricia el abdomen bajando a...

—Lo haré —sonrío y Martha, me entrega la ropa.

—Te espero abajo —indica y cierro la puerta.

—¿Qué te sucede? —lo reprendo y me toma de la cintura.

—Vamos —me besa—, es demasiado temprano —vuelve a besarme— para hacer rabietas.

—Vete, tu madre quiere que bajemos a desayunar.

—Y lo haremos —me lleva al pie de la cama, quita la ropa de mis manos y las pone sobre la cama.

—Ethan, debo ducharme —me besa y correspondo.

—Te acompaño —toma mi mano y avanza en dirección al baño, entro y...

—Quiero hacerlo sola —le cierro la puerta en el rostro.

—Nyari, vamos no seas así, yo también quiero ducharme —trata de abrir la puerta y coloco el seguro.

—No te lo estoy impidiendo, hazlo en tu habitación —me desvisto.

—¿No te arrepentirás? —pregunta.

—No lo haré —acepta resignado y se marcha, entro en la regadera, una ducha rápida, salgo me observo en el espejo y mierda los moretones ya no son tan visibles, pero las marcas que Ethan, dejó anoche, si lo son.

Elijo algo de lo que, Martha, trajo, recojo mi cabello. Bajo, están en la terraza, Ethan, ya está bañado y arreglado oliendo delicioso, sus ojos se centran en mi mirándome de pies a cabeza, lo hace de forma discreta mientras bebe jugo, no me importa que lo haga, dormimos juntos, con el descaro de hacerlo en casa de sus padres, dejo de recordar lo de anoche o yo... aclaro mi mente y tomo asiento.

—Buenos días —saluda Elliot.

—Buenos días —respondo el saludo, sirven fruta y jugo para mí.

—Debemos hablar —menciona Elliot, serio mientras desayunamos— sobre lo sucedido ayer.

—Cariño, deja que desayune primero —toma la mano de su esposo— además hoy, ella, pasará el día conmigo, si necesitas resolver algo, dejaré que mi hijo te acompañe —Ethan, no se opone.

Nyari: El Imperio CaídoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora