CAPÍTULO 45

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CAPÍTULO 45

Nyari

Maya insistió tanto en que viniéramos a divertirnos, no pude negarme, mejor dicho, no me dio la oportunidad. Invitó a varios individuos del comando.

Esto va a terminar mal si Maya comienza a beber, pero no lo hace, se divierte sin la necesidad de alcohol, yo tampoco bebo nada de alcohol.

—¿Qué tal te fue en tu cita?

—¿Cuál cita? —se hace la que no sabe.

—La que tuviste con Alexei.

—Ah, esa cita. Bien —responde.

—¿Bien? —cuestiono. 

—No te daré detalles.

—¿Por qué?

—No quiero.

—Yo si respondí tus preguntas cuando me interrogaste sobre Ethan.

—Fue tu decisión, yo no te obligué.

—¡Me chantajeaste! —reprocho.

—Yo no lo recuerdo de ese modo —excusa.

—Pero así lo fue.

—No, no es cierto —se levanta y sube al escenario.

—¿Qué haces? —pregunto. No responde y le quita el micrófono a la mujer que cantaba.

—Nyari —habla—, debo confesarte algo muy importante —dice cantando—, adivina adivinador. Que fue lo que hice en tu ausencia —comienza a hablar en su lengua materna. Maya no está ebria. Maya me confiesa que durmió con... Lo hizo cuando viaje a Londres. Suelto lo que sujeto con mi mano por la impresión.

—¿Nyari me escuchas? —masculla mi amiga.

—Un segundo —pido—, déjame asimilar lo que has dicho. Vuelve a decir algo, pero en ocasiones Maya habla de formas inentendibles.

—Sabes lo que hizo con... —va a empezar y me cubro los oídos para no escuchar, comienza a decirlo con señas y cierro los ojos.

—Maya se me acaba de poner la piel de gallina —expongo. Ella llega hasta mi lugar.

—No te daré detalles —abro los ojos y dejo de cubrir mis oídos, ella se sienta a mi costado—. Sabes que no me arrepiento, no me mates por ello.

—Por qué lo haría, ambos son adultos, bueno, tienen la edad más no la conciencia y madurez. 

—Oye —se queja—, eso es insultante.

—Tú misma cavaste tu propia tumba y por qué habría de desperdiciar una bala en ti.

—Auch, eso dolió —finge una puñalada en el pecho—, oigan todos, Nyari es tan tacaña que no usaría una bala en mí —dice casi gritando y me da gracia su actitud.

—Eso a ellos no les importa —comento.

—Lo sé —responde y vuelve a un tono de voz normal—, Ah, sí y también hizo con su lengu...

—Maya vas a traumarme —le cubro la boca con mis manos—. De todas formas, él si te matará —agrego graciosa. Ella hace que quite mis manos de su boca y habla.

—Te llevas y no te... —intenta alegar Maya.

—Tú empezaste —le recuerdo y sonríe. Se recarga en el respaldo de donde estamos—. Me siento liberada después de confesarlo.

—Realmente te acostaste con él —pregunto de forma seria.

—Lo hicimos porque te extrañamos —responde con voz graciosa.

Nyari: El Imperio CaídoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora