CAPÍTULO 29

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CAPÍTULO 29

Nyari

Vuelvo al departamento de la misma forma en la que salí. Ese jodido sobre es otro dolor de cabeza a todos los problemas que ya tengo.

Espero y Denzel, logre obtener alguna información relevante, esas palabras siguen en mi mente y aún no puedo borrarlas de mi cabeza. "Recupera la memoria que entregaste". Opto por tomas las escaleras hasta mi departamento.

Entro directo a mi habitación, Maya, seguramente sigue dormida y no despertará hasta muy tarde.

—Ejercicio matutino Ethan —me da un susto de muerte, verlo en mi habitación no me sorprende, pero ya le gustó, el hábito de asustarme, un día de estos me dará un infarto.

—Algo así —respondo.

—¿Algo así? —pregunta con extrañeza. Enarca una ceja.

—Fui a un lugar lejos andando, así que, supongo que cuenta como ejercicio —percibo como me analiza, parece estar molesto— ¿Ocurre algo? —me acerco a él, me pongo de puntillas y beso sus labios, corresponde, pero se mantiene con seriedad.

—Problemas de los que no tienes por qué preocuparte —dice y su semblante cambia cuando retrocedo un paso, se acerca y vuelve a besarme sujetando mi cadera— ¿Tienes planes para hoy? —cambia de tema.

—No precisamente —respondo y añado— ¿Por qué?

—Curiosidad —vuelve al tono juguetón de siempre envolviendo mi cintura en sus brazos. Hace unos segundos estaba molesto y ahora actúa como de costumbre cuando estamos solos.

—Tu curiosidad, me causa intriga —juego con él y vuelve a besarme.

—¡Ah sí! —besa mi mejilla— ¿Qué tanta curiosidad? —reparte besos por mi rostro.

—Lo suficiente —me hace cosquillas— basta —sigue con las cosquillas— detente —me hace reír sin parar.

—Lindo atuendo deportivo —dice por mi vestimenta.

—Digamos que me gusta innovar —se burla. No es ropa deportiva lo que tengo puesto.

—Ya lo veo —sigue burlándose y haciéndome cosquillas.

—Dije que pares —deja de hacerme reír y añado—. Me doy una ducha y te veo abajo —digo sonriente.

—La ducha es grande y cabemos los dos —sugiere con malicia. Sin soltar mi cuerpo. No permite que me aleje de sus brazos.

—Insinúas que quieres entrar conmigo —lo miro achinando los ojos, sé que por algo lo dijo y es porque quiere ducharse conmigo.

—Yo, solo decía —responde sin afirmar o negar.

—Bien, concuerdo en que ambos cabemos —no me suelta, hace que camine en sus brazos a la ducha. Camino de espaldas.

Quita la sudadera de mi cuerpo y la deja caer al suelo. Hago lo mismo con su playera. Le entra una llamada en medio de un beso y se niega a responder, tampoco quiero que lo haga, sin embargo, son demasiado insistentes.

—Adelántate —dice cuándo ve quién es la persona que llama. Y mierda.

—¿Seguro? —lo incito a que entre conmigo cuándo veo quién es la persona al otro lado de la línea. ¡Cómo le gusta joder!

—Hazlo —repite que entre sola a la ducha.

—Es muy temprano como para que ya te necesite —me suelto de su agarre. Sonia, no tiene vida ¿O qué? Trabajan por horas juntos y ahora también lo llama a estas horas. Es muy temprano para que lo esté molestando.

Nyari: El Imperio CaídoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora