Nyari: El Imperio Caído

CAPÍTULO 2

CAPÍTULO 2

Ethan

Despierto con un maldito dolor de cabeza, mientras se acerca un grupo de hombres, esa mujer... veo la muñeca rusa, con una nota en mis manos escrita con lápiz labial "Se agradecido y no me jodas ¡besos!" busco el pedazo de la pintura en mi chaqueta, pero ya no está ¡claro! se lo llevo.

—Agradecido ¡Qué chiste! vaya que es graciosa.

—¿Estás bien? —pregunta el imbécil de Alexei,

—¿Me parezco o soy? —digo al ver cómo me mira.

—Ni estando cerca de la muerte se te quita lo bastardo —me dice conteniendo la risa, la cual, no viene al caso.

—Larguémonos de aquí —ordeno, ignorando sus estupideces, partimos en un helicóptero.

—Dime ¿era sexy? —vuelve a soltar estupideces.

—¿De qué carajo hablas? —todos actúan raro, incluso los hombres que trajo con él, me miran como si no pudieran creer el verme.

—Nada, olvídalo, solo era curiosidad —me hartan sus estupideces.

Volamos por un tiempo, estoy cansado, pero no para desperdiciar una noche. Voy directo a mi habitación, cuando paso el umbral de la alcoba veo mi reflejo... esa maldita va a arrepentirse de sus actos. La muy astuta me escribió en la frente con lápiz labial "INGENUO" con un beso al final, eso explica las miradas raras, no tiene idea de lo que voy a hacerle...

—Pon algo en esa herida —dice Alexei antes de irse.

Me doy una ducha, llamo a mi investigador privado, le ordeno que encuentre a esa loca malnacida, no va arruinar mi noche mucho menos mi ánimo, salgo con mis guardaespaldas indicándoles que quiero ir al bar de siempre.

Llego al lugar y todos voltean a verme, las mujeres enloquecen solo con mi presencia y no desaprovecho ninguna oportunidad, pero la imagen de esa loca, se me viene a la mente y prefiero ir a la barra a beber algo fuerte, bebo toda la noche entre el alcohol, la música me olvido de todo, bebo hasta muy tarde. Me llevan de vuelta, entro directamente a la cama y trato de descansar un poco.

Me levanto cuando amanece, me doy una ducha, cuando salgo la mesa ya está servida, veo que se acerca el hombre que contraté, esto será emocionante.

—¿Averiguaste lo qué ordené? —me molesta el que no conteste rápido y agrego molesto—¿Tengo qué preguntarlo dos veces para que abras la maldita boca?

—No hay nada joven —su respuesta hace que deje el café en la mesa.

—¿Qué has dicho? ¿Cómo que no hay nada?

—Nadie, con la descripción que me dio, salió o entró al país.

—No te pago para que digas estupideces, quiero la información de esa mujer a más tardar esta noche —digo antes de levantarme de la mesa, sin haber probado bocado.

Tengo un dolor de cabeza acompañado con el del brazo. Hago un par de actividades entre ello, trabajo acumulado por los días que no estuve, reviso los reportes, apruebo unas solicitudes y sobre todo, analizo la memoria que estaba en la muñeca rusa, una cosa era cierta de lo que dijo Rogers, ni los rusos, ni nosotros sabemos lo que contiene, solo que muchas personas murieron a causa de esto, cuando fue transportado, días antes de ello, llegó un mensaje, el cual aseguraba que esta memoria contenía información sumamente valiosa, la cual podría desequilibrar a las familias más poderosas que han existido por generaciones; encuentro algunas fotos que no parecen indicar nada, leo algunos archivos sobre política, sobornos, negociaciones, nada que nos afecte en realidad, llego a un archivo que no logro abrir, esta encriptado.