CAPÍTULO 52

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CAPÍTULO 52 

Nyari

Despierto sonriente, Ethan sigue dormido, dejo un beso en sus labios y bajo a mi piso.

Estoy en mi departamento con Liam. Maya salió muy temprano esta mañana. Me alisto para salir.

Salgo de la habitación y Liam está parado junto al balcón, me acerco a él y digo su nombre.

—Liam —no responde y tampoco gira a mirarme, me acerco a él y coloco mi mano en su hombro—, Liam —vuelvo a decir, él gira y lo que veo en su mirada no es él, sus manos aprisionan mi cuello con fuerza.

—Liam —me está lastimando. Logro zafarme de él, y me derriba en el suelo, sube sobre mi cuerpo y sus manos cortan el aire de mis pulmones.

—Lia-m —no me escucha—, reac-cion-a —no logro que me escuche. Está teniendo una crisis en este momento. Me falta el aire, sus manos alrededor de mi cuello, me asfixian, me duele mucho, trato de quitarlo de encima, pero es inútil, sus ojos me miran con tanta frialdad y resentimiento, está teniendo un ataque y no logra identificar lo que ocurre, o lo que está haciendo—, Liam, so-y Ny-a-ri —trato de quitarlo de encima y no puedo, ejerce demasiada fuerza en mi contra. Comienzo a perder el conocimiento, pero antes de que ocurra, alguien lo aparta de mí, comienzo a toser.

—¿Estás bien? —es Ethan, me sujeta de los hombros, arrojó a Liam al suelo.

—¿Qué carajo tienes en la cabeza? —Ethan le grita a Liam, es lo último que alcanzo a percibir antes de perder el conocimiento— Nyari, Nyar...

Despierto en la cama y a mi lado no hay nadie, permanece Ethan de pie con la mirada hacia el balcón, tiene en mano un vaso de lo que supongo es wiki.

Mi cuello me duele mucho, mi mano toca mi cuello y puedo sentir lo inflamado que está. ¿Dónde está Liam? Intento decir, pero mi voz no sale y me duele al intentar hablar. Duele mucho en verdad.

—Tienes las cuerdas vocales inflamadas, así que no intentes hablar —comenta Ethan mirándome, se ve molesto, quiero preguntar sobre Liam al no verlo— tu amiga está con él —dice Ethan.

Veo a mi alrededor y es el departamento de Ethan, recuerdo que estaba en mi departamento, lo más seguro es que, Ethan, me haya traído aquí.

Intento salir de la cama. Ethan se acerca y me lo impide.

—No te muevas —advierte Ethan—, descansa —quiero debatir eso, pero no puedo hacerlo con palabras en este momento.

Ethan de verdad luce muy molesto. Lo he visto enfadado, pero no como ahora, sin embargo, parece que no está molesto conmigo, esto es muy difícil de entender.

—Espera aquí —menciona y sale de la habitación. No sé qué hace, me levanto y salgo de la cama, me duele mucho el cuello—, dije que no te movieras —masculla Ethan de vuelta en la habitación.

—Tendrás licencia para no ir al comando.

—Ethan —digo con la mirada—, harán preguntas.

—Nadie lo hará, soy quién dirige el comando, nadie puede cuestionar mis órdenes.

Es cierto que él lo dirige, pero no quiero malos entendidos.

—Vuelve a la cama —demanda y lo miro, se acerca y deja un beso en mis labios, luego besa mi cuello con delicadeza—, hazlo —reitera mirándome.

Vuelvo a la cama y él se queda en el departamento, no asiste a trabajar.

Ethan trajo un médico e hizo que me revisaran, no hay nada malo, solo es inflamación de las cuerdas, en unos días pasará.

Nyari: El Imperio CaídoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora