II-Shikaku y Kakashi

118 5 0
                                    

-Levántense, ¡rápido niños! nos tenemos que ir, saben cómo se pone Teuchi cuando llegamos tarde- dijo al mover suavemente con su pie a Ioro y Kametzu.

-¡Es muy temprano!- se queja Kametzu espabilándose.

-5 minutos más- reclama Ioro con un puchero.

-¡NO! Ya es tarde- dijo mientras les quitaba su frazada y ambos se quejaban.

-¡Onii-chan eres tan malvada!-

-Lo sé- dijo mientras se apuraba a cepillarse el pelo.

-Levántese flojos- es Atlas y ya está listo, hasta está sirviendo el té para los gemelos.

-Recuerden que a Nana le urge ver a su novio-

-¡Atlas!, deja de decir eso, no es mi novio, es mi amigo y gracias a él todos tenemos trabajo-

-A mi no me engañas- dice mientras ayuda a sus hermanos a vestirse.

-¡Claro que no! somos amigos- dijo mientras guardaba unas bolitas de arroz en una bolsa, ese el el almuerzo de todos.

-¿Tan amable que viene a dejarte al campamento? -

-¡No viene a dejarme!, le queda de paso cuando viene a buscar a su papá a los lugares de las orillas- dijo con sonrojo mientras Atlas les susurra algo a sus hermanos y ellos asienten.

-Solo diré una cosa- dice el mayor.

-¡Qué fastidio!- dicen los tres a coro y salen corriendo.

.¡Atlas!- gritó pero ya están muy lejos. Ella se quedó terminando de guardar todo y aprovechó para acercarse a la entrada a preguntar si ya había noticias.

Antes de salir dio con un poco de remordimiento su tienda, luce más desordenada que antes, no entiende como es que casi no tienen nada pero a pesar de eso todo está tan desordenado.

Suspira extrañando a Enoki, ella sabe que no sirve para regañarlos, los quiere tanto que prefiere no quiere pelear con ellos, así que al final se rinde y termina haciéndose cargo de todo.

En cuanto sale del área de refugiados se encuentra con uno de los guardias, está sentado de espaldas leyendo un periódico revisando los horarios de las películas.

-¿Vas a invitar a alguien?- dijo al chico, no tiene más de 20 años y ya lleva unas semanas ahí asignado, le cae bien.

-Te va a decir que no, menos porque quieres ver una película de terror. Mejor ni lo intentes- el chico se ríe sorprendido de lo que dijo.

-Limón, ¿no ya se te hizo tarde para ir a trabajar?-

-Estoy a tiempo, además mis hermanos ya se adelantaron, así que no hay problema-

-Aún no hay noticias- dijo el chico poniendo un semblante serio,  a veces quisiera darle una buena noticia al Limón, esa niña le cae bien.

-Vaya, y entonces...- el Limón se arma de valor para preguntar sobre algo que escuché.

-... entonces ¿sí se los llevó Orochimaru?-

-¿Cómo sabes eso?- dice una voz que reconoce perfectamente y nunca le ha agradado escuchar. Es Hatake y no está solo, lo acompaña un hombre con una cicatriz en el rostro y peinado de piña, por sus rasgos al Limón le queda claro que es del clan Nara.

-Responde niña- dice el peliplata.

Sabes mi nombre, deberías de usarlo Hatake.

-Alguien dijo eso mientras limpiaba- dijo tímidamente.

RefugiadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora