VIII- Sin futuro

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Si alguna vez fueron felices el Limón y Shikamaru fue durante ese año que fueron novios, tiempo que se fue en un abrir y cerrar de ojos.

-Psst, psst... Limón, ¿me oyes?- dijo Shikamaru mientras golpeaba afuera de su tienda, de lado donde ella duerme.

-Psst, Limón... Limón- volvió a decir.

-¿Vago?... Vago ¿eres tú?- dijo susurrando, no entiende que pasa.

-Sí, ven... sal por favor, quiero mostrarte algo- el Limón se apresuró a levantarse, se puso un suéter y salió en completo silencio, dio la vuelta a su tienda y lo encontró ahí.

Shikamaru no dejaba de sonreír, está embobado viendo a su novia que luce despeinada por apenas haber despertado, hasta está tiritando un poco por el frío de la madrugada, pero no deja de sonreírle.

-Vago, ¿todo bien?- dijo sin dejar de verlo pero el no dijo nada.

-Vámonos, antes de que despierten tus hermanos estaremos de regreso- el chico la cargó y fueron brincando hasta el bosque de los ciervos.

-Ven, dame tu mano... esto... esto es solo para que no te molesten. Lo siento- Shikamaru sacó una navaja y le hizo una pequeña incisión en su muñeca mientras dejaba caer esas gotas de sangre al suelo y otras en las hasta de Rikumaru.

-Él es Rikumaru, es... es el líder de los ciervos... y le caes bien, ahora sí vamos- dijo mientras la tomaba de su muñecay pasaba su lengua por esa pequeña herida.

-Va Vago, ¿qué haces?- dijo nerviosa y sorprendida.

-Ah... perdón, es que olvidé mi kit médico, pero la saliva es buena para cerrar heridas- dijo nervioso.

-N-no importa, ni me duele- dijo el Limón bastante sonrojada.

-Lo siento- ahora sí vamos- Shikamaru la tomó de la mano y avanzaron por ese enorme lugar, a veces seguidos por Rikumaro, otras por otros ciervos que se le acercaban amistosamente.

-Es aquí- al decir eso Shikamaru la cargó y subió a uno de los árboles más altos.

-Va-Vago, qué hacemos aquí- dijo sorprendida por la gran altura, incluso no dejaba de temblar.

-Hace poco nacieron un cervatillo en esa cueva y hoy por fin su madre lo va a sacar de ahí, será la primera vez que salgan al bosque- dijo susurrando y señalando al lugar de dónde saldrán.

Shikamaru no mintió, despúes de un rato de esa cueva emergió una cierva vigilando a sus alrededores, ella olfatea cuidadosamente todo el terreno, ella se quedó quieta unos segundos y luego regresó a la cueva.

Minutos después reapareció a lado de un bonito cervatillo, el pequeño hace ruido para llamar la atención de su madre que de inmediato voltea y da de lenguetazos. Al ver eso el Limón no pudo evitar reir.

De pronto el cervatillo se la quedó viendo y segundos despúes hizo lo mismo su madre que comenzó a mover la cabeza y el pie.

-Perdón Vago, creo que ya se enojó-

-No, vamos... quiere conocerte- al decir eso Shikamaru la tomó de la cintura y de un salto llegaron al piso.

-Vaya, es tan... pequeño- dijo al ver que la cría lentamente avanzaba hacia ella, mientras su madre hacía lo mismo detrás del pequeño.

-Vago se-seguro que

-No te hará nada- vamos, extiende tu mano para que te reconozca.

El Limón asi lo hizo y el pequeño ciervo comenzó a olisquear y besar su mano, ella terminó riendo y hasta acomodó al ciervo en su regazo.

RefugiadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora