XIII- Atrapada

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-Umi, mi Umi, Umi- dice Daikuro de forma empalagosa

-¡NO, NO y No!- responde de forma contundente.

-Umi, Umi... mi Umi- insiste Daikuro, tiene en sus manos un hermoso body que resulta bastante atrevido para la chica, ni siquiera quiere tocarlo.

-Umi, esto te lo manda uno de los hijos del daimyo del País del Rayo... y estos que ves aquí, son diamantes-

-Daikuro, ¡NO! es demasiado- dice mientras termina de maquillarse. Es un body de un solo hombro demasiado sexy, son líneas horizontales negras unidas con líneas horizontales de una tela que igualan al color de su piel y con diamantes pegados, en consecuencia, hace ver que ella solamente está cubriéndose con dos pedazo de tela negra y tiene pegados a su piel unos diamantes.

-Anda Umi, di que sí... dale a ese pobre hombre la esperanza de soñar que algún día tendrá una chica tan bella como tú- pero la chica no responde.

-Negociemos, pídeme algo-

-Que no pidas que me ponga eso-

-Otra cosa Umi-

Entonces recuerda a Ioro y sus ganas de conocer el mar.

-Quiero conocer el mar-

-Concedido- gritó Daikuro,

-Déjame arreglar todo y la siguiente semana nos vamos- el sale de la habitación del Limón mientras ella ríe.

El Limón toma la prenda con algo de recelo pero se lo pone, al verse al espejo  descubre que es una pieza preciosa tampoco revela de más. En cuanto llegó a la barra descubrió que todo quedó en silencio, es por ella y ese interesante atuendo.

Esa noche el Limón cometió un error, fue vanidosa. Disfrutó tanto de la atención que recibió de todos que olvidó en fijarse en las personas que estaban ahí, de haberlo hecho se habría dado cuenta que ahí estaba Shikaku, Kakashi e Ibiki.

*****

-Es ella- dijo Kakashi completamente sorprendido de cómo ha cambiado en todo ese tiempo.

-Sin duda alguna- dijo Shikaku viéndola con completa desaprobación y desprecio, no puede creer que su hijo se fijó en alguien así.

-Quien diría que una peluca los distraería tanto- agrega Ibiki mientres bebe más sake.

-No cabe duda que nuestra chica ya creció- dice Hatake.

-Y encontró su vocación- dijo Shikaku y los tres rieron, para después disfrutar los últimos minutos de su espectáculo antes de ordenar que todos salieran de ahí.

Kakashi gritó que la función se había acabado y ordenó a todos salir de ahí mientras investigaban un robo, segundos despúes aparecieron cinco anbus que rodearon a Daikuro mientras ocho más se encargaban del resto de hombres del lugar.

Todo eso pasó mientras el Limón era sometida por una sombra en la que se estaba columpiando.

-Kakashi, viejo amigo, tanto tiempo sin verte- dijo Daikuro.

- Y dime, ¿ahora qué se les perdió a los de la Hoja?... por cierto Shikaku, necesito que liberes de tu sombra a la chica que está ahí arriba. No me gusta que mis empleados escuchen estas cosas-

-¿Esa chica?... ¿no crees que es muy joven para estar en este negocio?-

-¿Quién Umi?, no sé. Me dijo que tiene 18 y que unos idiotas que se hacen pasar por gente decente la tenían secuestrada y la obligaban a trabajar para ellos, no podía negarme a ayudarla-

-Se ve que ha sufrido mucho- dijo Kakashi mientras la recorría con la mirada. -Como sea, no puedo dejarla ir, se parece a una traidora que hemos estado buscando desde hace tiempo-

RefugiadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora