LXV- Boda y burla

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Por la mañana cuando el Limón intentó salir de su habitación se lo impidieron Kiyoshi y Mamoru, ella supo que era una batalla perdida entonces se negó a responder las mil preguntas que le hacían y se encerró, luego llegó Daikuro y tampoco le respondió.

-Quiero hablar con Kenjiro- exigió, el subió y ella lo dejó entrar.

-Idiota, tú me dijiste que... ¿y el contrato?-

-Sí eso, ya sé acabó. Lo nuestro fue divertido mientras duró, pero si quieres quedarte hay una forma- dijo mientras abría la puerta para que Daikuro pasara.

-¿Ves Daikuro? te dije que a tu Umi le gusta ser puta, no sé porque no la conocí antes-

-¡Qué!, ¿qué tengo que hacer?- dijo el Limón, no es porque realmente le guste estar ahí solo no quiere regresar con Daikuro, no quiere estar cerca de nadie que la conoció en el pasado.

-Cásate conmigo. Cásate conmigo y este hombre no podrá obligarte a nada-

-Sí, sí... vamos a casarnos- dijo sin dudarlo mientras Daikuro y los chicos se la quedaban viendo sorprendidos.

-Muy bien, déjame ir por la sacerdotisa, un monje, un consejero o ... lo que sea que encuentre- dijo dándole un beso en la mejilla antes de salir de ahí, mientras el Limón abrazaba fuertemente a Kumo y besaba su cabeza.

-¡Umi no! Umi, por favor, tenemos que irnos, si tú haces eso jamás podrás salir de aquí y

-Este es mi lugar, Daikuro. Este siempre fue mi lugar... no te preocupes yo estaré bien y mis hijos también, además ellos tendrán un apellido. No les irá tan mal como a mí-

-Umi ¿por qué dices eso?, tú no eres así, tú- pero la chica ya no lo escucha, recogió la ropa sucia y bajó a lavarla, después fue a la cocina a ver lo que se iba a preparar para la comida de ese día.

Al regresar Kenjiro le informa que su boda tendrá que aplazarse un día pues no encontró a nadie disponible.

-Como sea, ¿ya está la comida Momo?, bien entonces ve a servirnos, apresúrate- ordenó Kenjiro mientras subía su comedor privado con Daikuro.

-Es muy linda mi futura esposa ¿verdad?, cocina bien, es bonita, tiene un cuerpo de tentación, no se queja, también es buena lavando ropa, planchando, cuidando niños, atendiendo gente, coge bien y está apretada... eso dicen mis clientes. Lo malo es que es pobre, huérfana, madre soltera y por segunda vez está embarazada de quien sabe quién- dijo Kenjiro cuando ella entró al lugar llevando las charolas con la comida, incluso cuando le estaba sirviendo vino el hombre aprovechó para darle una nalgada.

-¿Es enserio Kenjiro?, así de idiota te pones porque está aquí Daikuro- dijo enojada.

-Momo, no hables, aunque pronto serás mi esposa, no debes meterte en mis conversaciones. Baja y tráeme más de esto- el Limón se da la vuelta y Kenjiro aprovecha para darle otra nalgada, mientras Daikuro le reclamaba por no respetarla.

Regresa con la comida, Kenjiro le dice que se retire, que ya no necesita nada.

-Por cierto Momo ve a comprar algo para nuestra boda... un vestido, algo decente, de lo demás yo me encargo- el Limón obedece y se lleva a Kumo.

-Kumo, vamos a comprar un vestido. ¿Qué te parece?, me voy a casar... y

-Shikaduuuu noooo- dijo la niña entre bostezos pues ya tenía sueño mientras el Limón miraba a todos lados esperando que nadie escuchara al mismo tiempo que se sentía estúpida por todas las veces que le contó a su hija que algún día se casaría con su papá.

-No, no... eso ya no importa, pero aquí vamos a estar mejor y

-Casa, casa mamá- acaban de pasar por su casa, incluso a Kumo se le iluminó el rostro al reconocerla, mientras al Limón se le descompuso.

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