-¿Todo bien Kumo?- preguntó el Limón al notar que su hija sigilosamente da vueltas en la entrada de su habitación sin entrar.
-Sí... digo no, bueno... no es nada- y corrió a su lado al ver que se iba a levantar mientras amamantaba a Omumaru.
-Vaya, cada día se pone más cachetón- dijo al ver a su hermano quien pareció reconocerla para soltó el pecho de su madre para sonreírle.
-¿Vas a decirme que te pasa o usaré mis poderes de madre para saberlo?- dijo el Limón mientras Kumo suspiraba y se sentaba a su lado.
-Mamá...- la niña la mira a los ojos y aunque el Limón no quería leyó su mente, hasta se le borró la sonrisa.
-¿Quieres saber la verdad?- la niña abre lo más que puede sus ojos y abraza a su madre sin decir nada más esperando una respuesta. El Limón respira profundamente, sabía que ese día llegaría pero no esperaba que fuera tan pronto.
-Bueno, hablar de eso es un fastidio- dijo sonriendo al decir la palabra favorita de sus hijos.
-Su papá, es... alguien muy inteligente y flojo como ustedes pero... él y yo nos apresuramos, sí nos queríamos pero... no es el tipo de amor que nos tenemos Omu y yo- dice mientras acomoda los mechones de pelo que le resbalan a Kumo por su frente.
-Y luego naciste tú y tus abuelos me ayudaron a cuidarte, después nació Kaedi y después... después su papá encontró a alguien que lo hacía muy feliz y se casó, y yo también-
-¿Y cómo se llama?, ¿cómo es?, ¿crees que podremos conocerlo?-
-Si... eso... lo siento, pero poner distancia entre ambos fue lo mejor para... todos-
-¿Tienes una foto de él?-
-No Kumo, la única foto que tenía accidentalmente se quemó- dice el Limón omitiendo que ella la quemó
-¿Fueron mucho tiempo novios?, ¿cómo se conocieron?- pregunta Kumo, así que una vez más el Limón tiene que adornar la verdad
-Sí eso... bueno, no es tan fácil, cuando vives en un campamento no ven muy bien que tú salgas con alguien de la aldea... así que
-¡Entonces es un ninja de la Hoja!- dijo Kumo tras hacer una deducción rápida.
-Eh... bueno... ten en cuenta que- pero Kaedi llegó corriendo por su hermana para que vayan a la casa hogar, la niña no tiene de otra más que ir con él.
El Limón en silencio agradece la intervención de Kaedi y termina de alimentar a Omumaru y se olvidó de eso, Kumo tampoco preguntó más, así que dio por concluido el tema.
Sin embargo meses después Omumaru, un hermoso bebé de seis meses, estaba haciendo una rabieta y nada de lo que hace lo tranquiliza.
Cuando todo ha fallado, decide salir al jardín y arrullar al niño, ella también quiere despejarse un rato, hasta le cuenta una divertida historia al bebé.
-Omumaru, eres un consentido... estás excesivamente consentido- dice mientras lo pasea y muestra los árboles, el niño comienza a calmarse viendo las flores de los árboles y escuchando el trino de los pájaros, ella también disfruta tanto ese momento que ignora el ruido que está haciendo alguien deslizando la puerta que da jardín.
-Umi, tú eres Umi ¿verdad?- al no reconocer la voz se giró para verlo.
El Limón se quedó en blanco, no puede responder, sólo abraza más a su hijo.
-Perdón, no me he presentado. Soy Shikamaru Nara, soy consejero del nanadaime... y... bueno, vengo con el rokudaime pero... bueno... te sonará extraño pero creo que ya nos conocemos-
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Refugiada
FanfictionUna chica que llegó siendo una niña a tierras de shinobis, sin ser nada, ni nadie, sin recordar nada, una chica que no tiene nada, ni siquiera suerte en el amor, descubre ese lado poco amable de los honorables ninjas, que -aunque lo niegan- sí les...