El tiempo ha pasado y para el Limón y sus niños las cosas marchan bien, ella ha dejado atrás sus temores y está abrazado su nueva y relajada vida.
Las cuestiones del corazón también las ha dejado de lado y a pesar de la claridad de Omu ella decidió que no intentaría nada, ahora solo serán amigos.
Tampoco ha tenido noticia alguna de Shikamaru o cualquier ninja, ni siquiera ha visto a uno y eso la hace feliz, ahora divide su tiempo entre sus hijos, Daikuro y Omu. A Daikuro lo ayuda encargándose de los mensajes o entregándole información a Omu sobre la gente que va a llegar a instalarse o los niños que ingresarán a la casa hogar o se quedarán con ella de forma temporal.
Para su sorpresa su trabajo llega a ser tan demandante que no ha notado que sus hijos se han convertido en unos pequeños malportados y berrinchudos, Daikuro tampoco lo nota o no le importa por su evidente costumbre a lugares demasiados ruidosos, mientras Omu ha decidido guardar silencio sobre esos dos pequeños monstruos.
Pero a los ojos ajenos esos niños son unos mimados, envidiosos y groseros, más Kaedi que acostumbra arrebatar todo, en especial la atención de su madre, la cual no comparte con nadie que no sea Daikuro o su hermana.
-Sí, sí... sí, eso fue increíble Omu- dijo el Limón cuando iban de regreso a la casa hogar, luego de que él acordará con el líder del pueblo minero la entrega de carbón a cambio de arroz considerando que en unos meses iniciará el invierno.
-En realidad diría que fuiste tú quien lo convenció con tu sonrisa- dijo al abrir la puerta de la casa hogar, el Limón ni siquiera tuvo tiempo de sonrojarse pues lo primero que vio fue a Kaedi "jugando" con otro niño.
Su pequeño le está jalando el pelo a un niño más grande solo porque tomó el caballo de juguete con el que había dejado de jugar.
-¡Kaedi no! - gritó, el niño al verla soltó al otro pequeño, le sonrió a su madre y estiró sus brazos para que lo cargue.
-No Kaedi, eso está mal- pero el niño ni siquiera le puso atención, se acomodó en sus brazos listo para dormir.
-De verdad lo siento, es que... Kaedi es algo inquieto- dijo mientras veía al resto y Rei evidentemente molesta y harta.
-No hay problema Li... señorita, nunca lo hay- dijo Rei con ironía, mientras consolaba al niño agredido.
-Onee-chan, Kumo sacó todo y ensució las sábanas, no es justo, ayer dejamos todo ordenado- dijo un niño como de 7 años a Rei mientras la toma del kimono y señala a la habitación del fondo.
-¿Qué Kumo qué?- al escuchar eso fue a buscar a Kumo encontrándola aventando la ropa y usando las sábanas limpias para construir una tienda.
-¡Kumo no!- dijo y la tomó de la mano.
-Estaba jugando mamá- dijo muy satisfecha sin reparar en si hizo mal.
-Kumo no, así no... Rei, de verdad lo siento... me llevaré las sábanas y las lavaré-
-No es necesario, Limón- intervino Omu al entrar con los niños, ellos comenzaron a ordenar todo ante la mirada desaprobatoria de Rei.
-Sí Omu, Kumo últimamente se porta mal, también Kaedi-
-¿Últimamente?- susurró irónicamente Rei.
-Son pequeños. Ya aprenderán- dijo Omu, pero al interntar decirle algo al oído al Limón, Kaedi reaccionó jalándole el pelo fuertemente.
-¡Kaedi!- dijo el Limón mientras sujetaba la mano de Kaedi y Rei abría la manita del pequeño para que lo soltera.
-Creo que Kaedi está muy consentido- dijo Rei.
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Refugiada
FanfictionUna chica que llegó siendo una niña a tierras de shinobis, sin ser nada, ni nadie, sin recordar nada, una chica que no tiene nada, ni siquiera suerte en el amor, descubre ese lado poco amable de los honorables ninjas, que -aunque lo niegan- sí les...