Un año después
-Vamos Kumo, por favor, ayúdame.... sí, así, quédate quieta. Listo- el Limón terminó de acomodar a su hija en la espalda, tomó sus cosas y salió en silencio de su casa.
-No Kumo, no me quites mi pañuelo, mi pelo siempre debe estar cubierto, vamos, acomódate y duerme un rato- dijo mientras seguía caminando por las frías y oscuras calles de esa pequeña aldea rodeada de la nada, es una montaña, para salir y entrar solo hay un camino, bajar o subir todas las escaleras, una tarea de por lo menos 6 horas. Shikamaru no se equivocó al enviarla ahí, no podrá escapar.
El Limón llegó a su primer trabajo, puso a Kumo en un rincón para que siga durmiendo y luego fue al patio donde para comenzar a ordeñar las vacas. Ella termina cuando comienza a salir el sol, el hombre le paga, va por Kumo la acomoda en su espalda y se va corriendo.
-Llegas tarde- dijo Yashiro, el dueño de la casa de té.
-Perdón, solo fueron cinco minutos- dijo mientras se apresuraba a ir por todas las cosas para comenzar a limpiar el piso. Kumo al sentir el vaivén de su madre que sube y baja limpiando el piso comienza a despertar.
Al terminar con el piso se apresura a limpiar las mesas, para ese momento Kumo ya está bien despierta y balbucea algunas cosas, al terminar el Limón recoge todo y cinco minutos después comienzan a llegar los clientes, su trabajo ahí ha terminado, se acerca con el hombre para cobrar y él le da solo la mitad de lo que diariamente le da.
-Yashiro, esto no es lo que acordamos-
-Llegaste tarde-
-Pero terminé a tiempo, como siempre-
-Llega a tiempo y si te molesta ya no vengas- de haber podido el Limón le hubiera dicho que jamás regresara, pero tiene que aguantarse. Solo tiene unos minutos, corre al parque, acomoda a Kumo en una banca y le da de comer.
Kumo sostiene su biberón y se apresura a beber, pero su momento feliz llega cuando ve a su mamá sacar el arroz, de inmediato abre la boca emocionada.
-Eso Kumo, ¿te gusta?, verdad que sabe bien- al decir eso Kumo estira sus dedos y toca cerca de su ojo y su mejilla, le llama la atención los colores morado y rojo.
-No Kumo, eso duele amor. No lo hagas, me lastimas- Kumo quita sus deditos mientras balbucea algo.
Al terminar el desayuno otra vez corre, llega a una casa y le abre una malhumorada mujer.
-Iré a comprar unas cosas, apúrate, en la tarde tendré visitas-
-Sí señora- la chica ingresa y comienza en la cocina, pone a Kumo en el suelo, mientras ella se apresura a limpiar ve a Kumo imitándola, eso la hace sonreír.
El Limón sigue limpiando, luego sale al jardín a lavar la ropa, al no encontrar una sábana sabe de que debe ir por ella a la habitación de la mujer, suspira fastidiada y lleva a Kumo en brazos.
Lentamente abre la puerta esperando no encontrar a su esposo, pero es demasiado tarde, el hombre está ahí solo lleva un fundoshi y le sonríe lascivamente.
-Ya viniste- dijo, ella abrió la puerta más y el tipo vio a Kumo, su rostro cambió a molesto y le aventó la sábana que faltaba.
El Limón bajó de inmediato, con la sábana y siguió lavando, al terminar planchó algunas prendas que ya estaban listas y salió de la casa para sentarse afuera a esperar a la mujer.
-¿Limpiaste todo?-
-Sí-
-¿Lavaste lo que dejé?-
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Refugiada
FanficUna chica que llegó siendo una niña a tierras de shinobis, sin ser nada, ni nadie, sin recordar nada, una chica que no tiene nada, ni siquiera suerte en el amor, descubre ese lado poco amable de los honorables ninjas, que -aunque lo niegan- sí les...