XXXVI- Sábanas limpias

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-Y, ¿cómo sigue?-

-¡No te importa! ¿cómo pudiste permitir que pasara esto?- reclamó Yuki a Shikaku mientras lo golpeaba en su pecho.

-Oye, oye. Ya está todo arreglado y no volverá a pasar-

-Si claro... idiota- dijo y se alejó de él empujándolo.

-Entonces, te espero mañana a la hora de siempre- dijo Shikaku, como si lo que pasó hace dos días no fuera nada.

-Es broma ¿verdad?, apenas y puede sostenerse sola y la bebé... y los medicamentos... ni siquiera yo puedo trabajar- dijo Yuki.

-Ella se curará rápido, dale otro día. Esta tarde pasaré a verlas. Además Kumo necesita sus vitaminas y

-¿Kumo? así que sí tiene nombre, comandante- dijo sonriendo maliciosamente mientras Shikaku se arrepentía de hablar de más.

-No te metas en mis asuntos- dijo molesto.

-Con gusto lo haría, pero me queda claro que a ti te encanta que me meta en tus asuntos ¿o no comandante?- dijo Yuki mientras restregaba su trasero en el hombre.

-Bien, entonces ahora, solo nos llevará 10 minutos-

-Lo siento comandante, ya me he tardado demasiado- Yuki rió y se alejó.

-¿Para qué quieren un fotógrafo?- dijo el hombre y Yuki se detuvo.

-Estás en todo... pues quiere fotos de su hija y

-Yo me encargo de eso-

-Comandante. Cada día me sorprende más, ¿es que acaso no es una bastarda como tantos otros?, ¿tú interés es la niña o Sugar?, aveces no sé que pensar. ¿Te gusta comandante?, no pensé que Sugar fuera tu tipo-

-Deja de decir idioteces y mejor dime con quien se acuesta, eres su amiga, debes saberlo- al decir eso la sujetó por la cintura.

-Pues si tú y tu hijo no saben, con lo que les encanta estar encima de ella, menos yo que solo duermo a su lado... bueno comandante, y cómo se llama el fotógrafo, Sugar querrá saberlo, por cierto ¿lo haces porque tienes miedo que guarde alguna prueba de lo que le hizo tu engendro?-

-Hablas demasiado, eres igual de molesta que el Limón- dijo mientras le da daba una nalgada y sacudía su trasero.

-Es... es Sukea, ¿contenta?, será mañana- Shikaku le dio un beso que Yuki sin dudarlo correspondió.

-Por cierto. ¿Daikuro ya lo sabe?- dice Shikaku recuperando la seriedad y Yuki solo rió.

-Comandante, ambos sabemos que si Daikuro lo supiera tu hijo estaría muerto. Te veo otro día, ya me tardé demasiado- la chica regresó corriendo al departamento del Limón, donde ella ya se había levantado y comenzado a hacer la cena.

-Sugar, no. Tú debes de guardar reposo- dijo cuando entró y la vio tiene a Kumo en su regazo, la niña está despierta y parece muy atenta a lo que dice su madre. Ambas se ven felices.

-Vamos recuéstate-

-Yuki, estoy bien. Mejor dime si trajiste lo que pedí-

-Sí, mira- la chica le enseña 5 o 6 vestidos, incluso hay un kimono. Todo es bonito-

-Gracias Yuki- dijo mientras revisaba los vestidos.

-¿Hablaste con Hidei?-

-Si eso...  no está, dicen que regresa en dos semanas pero conseguí alguien más, se llama... Sukea y vendrá mañana-

-¿Pero es confiable?- preguntó el Limón mientras besaba a Kumo en su cabeza.

-Sí sí, ahora déjame a mí el resto- primero cenaron, luego la ayudó a bañar a Kumo y más tarde le cambió los vendajes al Limón, Yuki se sorprendió de lo rápido que está sanando física y mentalmente.

RefugiadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora