Flashback- Mi nueva familia

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-Ahhh, ¿entonces ya no te voy a ver? - pregunta la chiquilla como de 4 o 5 años a su 'hermano' Omu, la lleva de la mano a la zona que está casi al final del campamento.

-Sí Limón, nos seguiremos viendo, pero ahora vivirás con mi amigo Enoki y su familia. Y ahí su mamá te enseñará muchas cosas, ellos serán tu familia-

¿Mi familia? el Limón está más que confundida, pero sigue avanzando de la mano de Omu, hasta lo aprieta más.

-Pero tu mamá y tu papá me dijedon que eran mi familia, ¿ya no?- hasta se detuvo, de verdad quiere entender que pasa.

-¿Eh?, no Limón nosotros seguiremos siendo tu familia, pero más adelante- dijo Omu, parece aliviado de ya no tener que ver al Limón, le cae bien pero no puede creer que sus padres la escogieran a ella para que se casarán cuando crezca.

Ahora el Limón está más confundida, pero no suelta a Omu que en su otra mano ya lleva algunas de sus cosas.

A ese acuerdo llegó el jefe Uchiyama con la madre de Enoki. En el pasado ella era maestra en su aldea y de las mejores, además una mujer con clase y buen gusto, sin embargo su aldea fue destruida durante un ataque, ellos fueron daño colateral y huyeron a Konoha, pensaron que ahí podrían rehacer su vida.

Y la rehicieron, pero no en las condiciones que querían, al perder todo no pudieron pagar un espacio en la aldea y terminaron en el área de refugiados. Y fue así como con el tiempo la madre de Enoki se fue apagando, aunque ella se esforzó nada cambió. Ser amable y solidario en esos lugares no sirve. Las cosas fueron empeorando y ahora con un marido alcohólico y dos niños creciendo, no hay dinero que alcance y eso que Enoki ya trabaja.

Enoki es muy parecido a su madre, en realidad Enoki es un chico culto, inteligente, educado, de buen gusto, al igual que Atlas quien ya con apenas 5 años ya sabe leer y escribir. Si algo les ha inculcado su madre es el desprecio por vivir ahí, saber que están en el lugar más bajo al ser refugiados, pero también saben que hay un escalón más bajo: ser refugiado, ignorante, sin apellida ni nación.

Y todo eso es el Limón, pero ella nunca compartiría esa forma de pensar pues ella no conoce otra cosa. Para ella el mundo empieza en la entrada del campamento, donde llegan los ninjas y está el control de seguridad y termina pasando el río, lo demás no existe.

La existencia del Limón para la madre de Enoki pudo haber pasado desapercibida de no haber sido por aquel día que Enoki regresó a su tienda cargando una arroba de arroz y otro pequeño costal.

-¿Y esto?- preguntó emocionada la mujer al ver que todo eso eran alimentos entre otros productos, hasta se levantó de su futón, lugar en el que suele pasar largas horas hastiada de la realidad que le rodea.

-Me lo dio Omu, lo encontré cuando acompañaba a esa niña... el Limón por su despensa, ellos la recogen por ella, pero ella no la necesita porque vive con ellos. Omu tenía flojera de cargarla y me la dio- dijo mientras sacaba todo lo de la bolsa, hasta encentró galletas y otros dulces.

-Ellos tampoco la usan ni sus sirvientes, pero es de ella y tienen que recogerla... Omu le preguntó a la niña si me la daba y ella dijo que sí- dice mientras abre las galletas y comienza a comerlas, de inmediato fue a darle unas a Atlas que acaba de terminar con su lección.

La mujer revisó todo, no esta nada mal, todo eso si lo dosifican bien les durará 20 días, eso y lo que gana Enoki les alcanzará para todo el mes.

Y así fue como la madre de Enoki buscó una forma de quedarse con ese recurso, incluso decidió salir de su tienda solo para observar al Limón quien de vez en cuando iba al río acompañada de las sirvientas. Hasta un día invitó a Omu a comer para sorpresa de Enoki.

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