Refugiada

LXVI- Bebé

Una semana después

-Todo está bien. Esta tarde podrás irte a casa-

-¿Qué?-

-Tú y tu bebé están bien,entonces te darán de alta- dijo la enfermera mientras le entregaba al bebé para que le dé de comer, el Limón lo tomó y sin mirarlo se lo colocó en su pecho, no puede acostumbrarse al gran parecido que tiene con Kumo y en consecuencia con Shikamaru, en realidad ni siquiera puede verlo y aprovecha cada momento que está sola para llorar.

Daikuro es consciente del desinterés del Limón por el niño, ni siquiera ha pensado en un nombre para él, le preocupa tanto que la acompañado todo el tiempo en el hospital.

Cuando regresaron a su casa Daikuro vio sonreír de nuevo al Limón pero fue cuando vio a Kumo ir corriendo hacía ella, el Limón abrió sus brazos pero la niña se lanzó a las piernas de Daikuro.

-Bebé, veo- dijo y Daikuro se agachó para mostrarle al pequeño, Kumo sonrió y le dio un beso, está muy emocionada de todo lo que le dijo Mamoru que implica ser la hermana mayor.

Adentro Kiyoshi, Mamoru y dos empleadas recién contratadas celebraron la llegada del Limón y el pequeño, pero ella huyó a su habitación diciendo que estaba muy cansada.

-Kumo, vamos, acompañame-

-No no no... bebé- dijo y regresó con Daikuro y el resto, eso la puso de mal humor, pero su verdadero enojo llegó cuando entró a su habitación y vio una cuna.

-No, no... no pienses en eso, después hablaré con Daikuro- se dijo y se acostó a dormir, despertó en la noche cuando Kumo entró con Mamoru y el bebé.

-Aquí aquí- dijo señalando la cama.

-¡No Kumo!, para eso es la cuna- dijo el chico susurrando, colocó al bebé en la cuna y salió de ahí.

El niño despertó llorando, el Limón no le hizo caso, cuando pasaron 20 minutos entró Daikuro con una de las nanas.

-Sí, vamos... shhh, tranquilo- dijo sacando al niño y dándoselo a la nana.

-Umi, sé que estás despierta-

-Acababa de despertar, lo siento... sólo... no pasa nada porque llore un

-¡Umi!- dijo enojado.

-Lo siento- entonces entró la enfermera con el bebé, dijo que tenía hambre.

-Gracias, yo me encargo- el hombre tomó al niño y se lo dio al Limón para que lo alimentara.

-Eh Daikuro... por cierto... sobre la cuna yo

-Es la de Kumo, le pedí a

-No la quiero aquí- dijo.

A Daikuro se le borró la sonrisa, pensó que el Limón quería que el bebé durmiera con ella, pero su expresión le confirmó que ella no lo quería ahí.

-Lo siento Umi, la cuna y el bebé se quedarán aquí- dijo Daikuro y salió de la habitación.

En la madrugada el llanto del bebé nuevamente fue ignorado por el Limón, nuevamente Daikuro fue por el niño y se lo entregó a la enfermera.

El Limón despertó al medido día con un gran dolor de pechos, a lo lejos escuchó a Kumo y las risas de Mamoru y Kiyoshi, es la hora del té.

-Hora del té, así que ya no quieres jugar conmigo- pensó.

-Eh... Umi-san, es hora de que el bebé coma- dijo la niñera cuando entró, en cuanto terminó de alimentarlo se durmió de nuevo.

Kumo la despertó en la tarde, quiere jugar con ella, eso emocionó al Limón quien aceptó y le brindó toda su atención y amor, pero su buen humor terminó cuando entró Daikuro con el bebé.