Refugiada

XXIX- Felicidades, abuelo

Shikaku cumplió y días después llevó al Limón a una aldea cercana a comprar lo que le hacía falta, ella estaba feliz de salir y ver gente, hasta sentía que el aire olía diferente.

-Solo... sólo escoge lo que necesitas y yo estaré aquí, avísame cuándo lo tengas para que pague- dijo bastante incómodo al notar que en la tienda solo había mujeres y ninguna lo veía con buenos ojos, deben pensar que son pareja y en consecuencia él un pervertido.

-Gracias Shikaku no tardaré- ella siguió buscando, perdiéndose entre los pasillos de ropa interior, estaba tan entretenida que no notó que alguien llevaba un rato detrás de ella hasta que chocaron.

-Limón ¿qué haces aquí?- reconocer la voz la tranquilizó, es Sasuke tiene la cabeza vendada y una capa con capucha, definitivamente luce malherido.

-Sasuke, ¿qué haces tú aquí? y... ¿por qué- pero no pudo decir más, de un rincón salió Karin, el equivalente a Sakura pero en pelirroja.

-Sasuke, tenemos que irnos. Hay gente de Konoha buscándote y- la pelirroja se metió entre ambos y se llevó a Sasuke sin dejarlos despedirse.

Ambos desaparecieron por la puerta trasera, ella se quedo ahí viendo por dónde salieron, no porque pensara escapar, sino porque pudo leer la mente de Sasuke y vio que está buscando a Itachi para matarlo.

-Sasuke... ¿qué estás haciendo?, ¿por qué estas...- pero un fuerte apretón en su brazo la obligó a interrumpir sus pensamientos.

-¿Quiénes eran y qué hacías hablando con ellos?, ¿es que no entiendes?- es Shikaku luce muy enojado.

-Yo... no, ellos llegaron y- ni siquiera la dejó terminar, Shikaku la jaló y en el piso quedaron las cosas que había elegido.

-Shikaku, espera es que- dijo mientras la llevaba del brazo casi arrastrando pues ella no podía seguirle el ritmo de su paso.

Fueron a una posada, en cuánto entraron a la habitación Shikaku la empujó y siguió con sus reclamos.

-¿Quiénes eran?, ¿qué les dijiste?-

-Yo... ellos... ellos eran mis amigos, pero... no... no les dije nada ni... solo nos saludamos y- un ladrido que reconocieron perfectamente seguido de la voz de Kiba la alertó, Shikaku la empujó al baño y cerró las ventanas. Ella se quedó encerrada en el baño hasta que se quedó dormida.

Cuando el Limón despertó ya era de día y estaba recostada en la cama, tras espabilarse se levantó descubriendo que sentado junto a la puerta estaba alguien observándola.

-Vaya, mírate, aunque eres una pelota con patas todavía tienes algo- dijo mientras bajaba su máscara.

-¡Tú! No... tú, tú ¿qué haces aquí?, ¿dónde está Shikaku?-

-Vendrá al medio día- dijo al acercarse a ella.

-Ven, escuché que las preñadas se ponen más calientes que

-¡Vete!, déjame, vete de aquí Hatake- dijo mientras retrocedía hacia el baño.

-Sí, tienes razón aquí será más fácil- Kakashi la empujó, giró y subió su vestido.

-Suéltame, eres un cerdo-

-Pon tus manos en el lavabo si no quieres aplastar tu enorme panza-

-¡No quiero!, ¡déjame! ¡o voy a gritar!-

-Si lo haces yo le diré a Shikaku que las personas con las que estabas eran Sasuke y Karin y que los ayudaste a escapar-

-¡No es cierto!... yo no hice eso