Three || BillDip

30. Estrella fugaz.

     Las siguientes semanas se habían convertido en un gran esfuerzo físico y mental para ambos gemelos, luego de que las enseñanzas de Bill Cipher se extendieran a dos o tres veces por semana. Por largas y cansadas horas, o pocos y tediosos minutos según la disponibilidad de su tiempo, se la pasaban escuchando las cientos de explicaciones que tenía el alfa para ellos.

El alfa rubio era increíblemente exigente, no aceptaba errores en cuanto a sus preguntas o ejercicios se trataba. Lograron ver que su paciencia era casi nula cuando no lograban entenderlo, pero eso pasaba a segunda vista cuando lograba divertirse al ver la frustración de los pequeños. La perfección era su segundo nombre, y no permitía que dos enanos molestos —como los llamaba— que estaban bajo su tutela, tuvieran resultados por debajo de lo mejor de lo mejor.

Fue difícil para ambos poder llegar a adaptarse al ritmo de Bill, quién obviamente estaba muy sobre ellos por la cantidad de experiencia y conocimiento que poseía. Aun así, a pesar de las múltiples discusiones entre ellos, los insultos y burlas que intercambiaban en cada ocasión que sus diferencias los superaban, debían aceptar que Bill era un hombre muy generoso con ellos cuando de explicaciones se trataba.

No significaba que fuera el mejor maestro para un par de niños de siete años, que les enseñara a pintar y a dibujar arcoíris por montones para incentivar su creatividad. Bill Cipher se adaptaba a su propio ritmo, era capaz de encontrar la forma adecuada de explicarles a cada uno de ellos y hacerles entender con métodos tan tradicionales que al final día, tanto él como su hermana, terminaban aprendiendo gran parte de lo que quería y podían ver ambos la luz al final del camino.

No era paciente, pero sí era muy persuasivo. Conocía el funcionamiento de sus mentes como para encontrar el camino correcto a su interés.

Todo estaba resultando mejor de lo que realmente esperaba, Dipper había esperado que Mabel desertara las enseñanzas en el primer momento que cruzara palabras con el rubio. Sin embargo, para su sorpresa, ella había terminado encontrando cierta diversión con aprender de Bill luego de su increíble explicación sobre las constelaciones. Fue un momento tan importante para ella, que no pasaba una sola lección sin preguntarle al respecto sobre algo que seguía sin entender del libro que tenía aún en su poder. A pesar de lucir fastidiado por sus constantes cuestionarios, Bill jamás se había negado a responder alguna pregunta de ella o de él, y siempre trataba de dejar cualquier duda —por muy estúpida que fuera— resuelta antes de retirarse por el resto del día.

Cómo en ese momento de la tarde, que se encontraban en la biblioteca que se había convertido en su lugar favorito durante todo ese tiempo. Se encontraba leyendo un libro de física que había tomado desde que llegó, mientras Mabel sentada al lado del alfa rubio le enseñaba una de las ilustraciones del libro emocionada, mientras lanzaba preguntas cada segundo.

Habían aprendido varias cosas desde el inicio, unas tan triviales y simples como la historia de su país, y eventos importantes del mundo, hasta temas tan complejos como la matemática, química y varias definiciones sobre términos grafológicos para felicidad del castaño. Si bien algunas cosas no eran de su total agrado, luego de su primera lección con el rubio no había cuestionado nada de su conocimiento. Era importante saber todo si quería llegar a dominar todo algún día.

Mabel también se había adaptado a la enseñanza de Bill, aunque no disfrutaba tanto del mismo interés del conocimiento que buscaba y atraía a Dipper. Para sorpresa del castaño, ella se había enamorado del nivel de destreza que tenía en la cocina el alfa y del conocimiento tan increíble que poseía de las bellas artes y de la música en especial. Era como el mejor amigo que ella había querido tener, y aunque siempre estaba ahí el claro disgusto de Bill cuando estaba con ellos, ella parecía más que feliz de tener alguien que le explicara ello y le ayudara a descubrir más de ese magnífico mundo.