Capítulo #9: "Primera Noche"

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Capítulo #9: "Primera Noche"

*Punto de Vista: Dereck David (D)*

Ya todos se habían ido incluso mi hermana dejándome solo en el salón, salí al balcón, y observé la noche, las noches en California no eran como en Nueva York. Aquí en las noches no se escuchaba música en todas las esquinas, no había tantos bares, ni miles de personas caminando por ahí. Se me hizo raro recordar lo bonita que era mi ciudad natal, donde crecí y estaba mi familia.

Mañana será el primer día de clases y no si era eso lo que me tenía tenso o era el hecho de recordar que jamás en mis 18 años de vida me he enamorado. No era algo de lo que me arrepintiera porque definitivamente nadie podía romper mi corazón, nadie podía lastimarme y la coraza me protegía de desilusiones.

Me fui a descansar después de tomar el aire varías veces, me acosté tranquilo, pensando en un montón de cosas que no sabía bien.

*Punto de Vista: Charlotte (Lote)*

Cerca de las 3 de la mañana y no había podido dormir. Hay algo en ese chico que me dice no te alejes y a la misma vez me grita te va a hacer daño.

Pero joder si él es el infierno, quiero morir quemada

<Deja de pensar tonterías>

Aparte los pensamientos poniéndome de pie en la habitación. Tomé un abrigo blanco ancho y salí hacia la puerta tomé asiento en las escaleras. Y puse mis audífonos para escuchar música, quizás esperaba algo, pero la verdad es que ni yo sabia que hacía ahí.

Ya había pasado casi una hora que estaba allá fuera y aunque el ambiente no era cargado, y no se estaba mal, pensé en entrar. Me puse de pie y fui hasta la puerta, pero justo antes de entrar alguien tomó mi brazo y me hizo girar.

Pegándome a la pared del apartamento, levanté la mirada para encontrarme con esos ojos azules, ese destello grisáceo en el interior, el cabello rojo bien desordenado sobre su cara y sus labios rosados entre abiertos.

Saque mis audífonos y no aparté la mirada. Había una conexión, nuestra conexión.

— ¿Me tienes miedo? — preguntó y una sonrisa blanca apareció en sus labios, esa cara tan pícara, no me impresionó era característico de él.

— No — no hubo dudas en mi al pronunciarlo.

<Si, tienes miedo pero no de él>

¡No empieces!

— ¡Demuéstralo! — esa sonrisa que me gustaba también me provocaba deseo de borrarla.

Y así fue como lo agarré por la camisa y lo atraje hacia mi. Nuestros labios hicieron contacto, no fue un beso suave, no, había pasión, posesión y deseo. Sentía su mano en mi espalda baja mientras la otra aún estaba sobre mi cabeza.

Mis labios buscaron todo su contacto porque querían más, mas de su fragancia de alguna colonia cara, más de su sabor a chocolate que tenía en la boca, más de esa manos que me enloquecía en mi espalda. Buscaron hasta que encontraron todas las reacciones explotando como bolas de sentimientos dentro de mi.

<Tengo sentimientos encontrados>

Calla, ahora no, déjame disfrutar.

Unos segundos más tardes nos separamos la respiración de ambos era agitada, muy agitada, pero el contacto visual no desapareció, nuestra jodida conexión es insuperable.

— Me tengo que ir — dije entrando al departamento, dejándolo ahí, no le dio tiempo a reaccionar.

Me apoyé sobre la puerta unos segundos, hasta que escuché a Paula caminando por la cocina con su pote helado en las manos. Una de sus acciones favoritas era no dormir de noche, ella prefería jugar video juegos en su cama mientras comía comida chatarra.

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