Capítulo #3: "Mamá nunca se dejará de preocupar"

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Capítulo #3: "Mamá nunca se dejará de preocupar"

*Punto de Vista: Dereck David (D)*

Saliendo del restaurante el teléfono de mi hermana no paro de sonar una y otra vez.

— Mierda — habló mi hermana

— No digas esas cosas hermanita

— Tu dirías lo mimos — mostró el celular, ella tenía razón yo hubiera dicho lo mismo, en la pantalla decía claramente "Mamá"— Nos olvidamos de llamarla, se va a enojar — aclaró su garganta y contestó y puso en alta voz.

— Ya está enojada — aclaré

— Llegaron hace horas y todavía no nos han llamado, me hicieron preocupar, ¿Como se les puede olvidar avisarme de que habían llegado bien? — si la hubiera estado mirando en este momento se que se le hubiera marcado esa vena en la frente.

— Lo siento mamá — me apresuré a decir

— Si mamá, ahora es que tuvimos tiempo libre, terminamos de almorzar casi ahora mismo — intentó explicar Vale

— No importa que estuvieran ocupados, 5 minutos les hubiera tomando hacer la llamada. Estoy muy enojada — dijo en un tono claramente enojado y muy agresivo, en el cual jamás me hablaba a mi — saben bien lo que me preocupo por ustedes hijos — ahora se escuchaba a la mamá comprensiva que era siempre.

— Lo sentimos mamá — dijimos a coro.

— Estamos bien mami — dijo Valeria, haciéndole la pelota a mamá.

— Esta bien, que no se les vuelva a olvidar, mamá siempre se preocupa por ustedes y siempre lo hará. Mamá los quiere. — finalizó la llamada y nos obligó a soltar un suspiro de alivio, ver a mi madre alterada no es una buena vista.

Ella es impredecible cuando está enojada. Y podía tomar el siguiente avión y mudarse a esta ciudad o no dejarnos estudiar en la universidad. Porque mamá no entendía cuando se trataba de hacer lo que ella decía. Hasta mi padre le tiene miedo cuando pasan cosas así.

Nuestro apartamento quedaba en el piso número 2, el complejo a penas tenía 3 platas cada edificio, eran dos habitaciones por piso, ¿quien vivirá en frente?, ahora serían nuestros vecinos, encima estaba la habitación de Carlos y Emily. Y la primera planta estaba la habitación de los hermanos Madd y Max.

— ¿Que vas a hacer hoy? — me preguntó Max cuando iba a subir por la escaleras a mi departamento, estaba de pie frente a la puerta de su, ahora, casa. — ¿Quieres uno? — dijo ofreciendo un cigarrillo, fumar no era lo mío, yo era de beber. Negué con la cabeza.

— Estamos planeando un viaje a la playa, tu hermana y tu se apuntan ¿cierto? — Valeria y Emily subieron las escaleras dejándonos solos.

— Si, pero tiene que ser después de mañana, porque aún no tengo auto — explicó

— Si, el mío también llega mañana — afirmé.

— Ya estoy lista — dijo saliendo Madd, llevaba un vestido strapless que se ajustaba a su voluptuoso cuerpo y con el cabello rubio bien peinado detrás de la oreja. Sus ojos verdes bien maquillados y como siempre perfecta.

— Nos vemos luego, tengo que llevar a mi fastidiosa hermana a comprar cosas para la casa, dice que le falta un toque personal.

— Le falta mi toque personal — hizo énfasis en la palabra mi, como si eso en verdad fuese muy necesario.

Subí las escaleras de dos en dos, miraba al suelo por alguna extraña razón y de pronto choque con alguien.

— Auch, idiota, ten más cuidado — vociferó una chica, pequeña, con un cuerpo no tan exagerado, tenía el cabello color negro, no tenía ondas y caía hasta su espalda baja. Sus ojos eran cafés con unos toques de verde en su iris. Parecía enojada y adolorida.

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