Capítulo #59: "Día de chicas"

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Capítulo #59: "Día de chicas"

*Punto de Vista: Valeria Victoria (Vale)*

Cuando la noche cae nos reúnen a todos frente los edificios para darnos nuestra lista de quehaceres para mañana.

— Buenas noches chicas, soy Albert smith — canturrea un hombre de avejentada edad, cabello canoso y cuerpo grande y gordo, sonrisa afable y ojos cafés. — Esta es tu lista y localización.

Me la entrega y me orienta a leerla para que todos la escuchen.

— Limpiaremos los salones de la universidad de enfermería, ayudaremos pintando la parte lateral de nuestro edificio y participaremos en una orientación militar para estrategias.

— Así será, las espero mañana a las ocho de la mañana aquí en la puerta, lleven ropa acorde.

— Si señor Smith — sonríe Lauren.

Cuando nos alejamos, me acerco a la chica de cabello rubio y verde.

— ¿Lo conoces? — le señaló con la cabeza al profesor que hace minutos nos dirigía.

— Oh, si. Es el sargento de la clase de preparación militar.

— ¿Estudias para ser militar? — Ella asiente — ¿Alguien conoce sobre lo que haremos mañana?

— Yo se — contesta Anna, no me sorprende lleva aquí muchos más años que nosotras — Nos están preparando, según ellos, nos enseñarán a disparar y a golpear.

— Ya yo sé — decimos a coro la chica nueva y yo.

Me alegra saber que alguien por fin me entiende.

— Nos veremos mañana temprano — me despido de las demás para ir hasta mi habitación a cambiarme para descansar. No estoy muy acostumbrada a dormir sola en la casa, pero al menos puedo conversar unos segundos con Kevin antes de irme a dormir.

Así que lo llamo, una y otra vez. Pero a la tercera llamada sin contestar, desisto. Me sumerjo bajo mis sabanas y descanso tranquila.

Me levanto temprano como de costumbre y preparo el desayuno para mi y para las demás chicas que vendrán en segundos.

Mi teléfono vibra. Mensaje de Kevin:

Buenos días, lo siento gatita, anoche estaba cansado y me fui a dormir pronto. Perdóname. Esta noche hablamos. Te quiero, te me cuidas.

Me hace sonríe por sus palabras y escucho la puerta ser abierta, Lote entra junto a Paula.

— ¿Podemos desayunar aquí? — la cara de Lote se avergüenza de preguntarme.

— Pasen, ya les preparé desayuno a todas.

Emily entra poco después, y las demás entran poco minutos después.

— Gracias por hacernos esto Vale — sonríe con inocencia Anna.

— La pregunta es: ¿a cuál de ustedes es le gusta cocinar recién levantada?

— A mi no me gusta nunca — confiesa Paula.

— Yo prefiero pedir comida a domicilio — se encoge de hombros Lauren.

— Pueden venir aquí, cuando lo deseen, todas. — asiento con la cabeza, afirmando aún más mis palabras, todas sonríen.

Los primeros minutos de la mañana son sorpresivamente buenos. Paula no ha parado de quejarse y Anna se queja de tener que levantarse temprano. Las demás están ansiosas.

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