Capítulo #41: "Noche de Halloween"

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Capítulo #41: "Noche de Halloween"

*Punto de Vista: Dereck David (D)*

¿Alguna vez les ha pasado que no tienen ganas de levantarse de la cama? Pues a mi me pasa todas las mañana y sobre todo cuando duermo con Lote, es que su cabello negro y el olor a coco que desprende, me encanta. Aunque estoy despierto, definitivamente no me quiero levantar, prefiero quedarme aquí, mirándola. Si que me encanta verla mientras duerme, sus pequeñas pestañas descansan sobre su pómulo blanco y sus dulces labios está cerrados y apretados.

La sabana la cubre desde el pecho hasta la mitad de sus piernas y ella apretuja la sábana contra su piel de ves en cuando. He descubierto que lo hace cuando subo el aire acondicionado a más de 20 grados.

Te quiero cuidar pequeña Charlotte, eres mía para siempre. Suspiré deseando abrazarla fuerte contra mi pecho.

— Buenos días muñeca — susurré contra su frente.

Ella se movió contra mi pecho, se siente tan bien su piel caliente contra la mía.

— Buenos días, mi ángel — susurró contra mi boca y me dio un beso corto.

Oh dios, quiero despertarme así el resto de mi vida.

Besé su frente, su nariz y su mentón. Me encantas pequeña Lote.

— Tienes que ir a almorzar con tus padres, así que ve a alistarte, yo tengo que preparar unas cosas para la noche. Quede en ayudar con los preparativos.

— Prefiero quedarme contigo — la abracé por la cintura pegándola a mi cuerpo y dejando que el olor que coco llegase hasta mis entrañas.

— Deja de ser tan vago — se retorcía entre mis brazos para alejarme, pero no la dejé.

El toque la puerta nos interrumpió.

— D, ¿estás despierto?

— Si.

— Tienes 30 minutos para estar listo, papá nos viene a buscar.

— Esta bien — rodee los ojos — Las odio a las dos.

— Me amas — dice mi hermana desde el otro lado de la puerta.

Lote me hizo un puchero. Besé su frente.

— Ok, no te odio. — gruñí.

Abrí la puerta después de que Charlotte entrara al lavabo.

— Escoge mi ropa para mi hermanita.

Ella lucia un hermoso vestido color verde-azul con una cinta blanca en la cintura que marcaba sus escandalosas curvas. El cabello lo llevaba suelto con ondas en las puntas y unas lindas botas negras apretadas que resaltaban sus piernas.

¿Hermana porque vas provocando al mundo?

— Este traje — me entregó el traje blanco con corbata azul oscura. Mi traje preferido. — Vamos, vístete rápido. Tenemos prisa.

Le hice caso y ella peinó mi cabello hacia atrás. Listo los dos bajamos a esperar a mi padre que acababa de llegar en un auto deportivo negro.

— Tuve que comprar fragancia de pinos para el auto — reímos, si, mamá tiene obsesión con ese olor.

El restaurante que mis padres escogieron queda en el centro de la ciudad así que tuvimos que viajar por casi media hora, mi hermana y papá conversaban muy alegres, ellos siempre se han llevado de maravilla.

— Tengo que decirles algo — informó Valeria — Es algo importante para mi — la observé para ver qué nos quería decir, mi hermana no habla de cosas serias.

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