Capítulo #45: "Hablemos"
*Punto de Vista: Dereck David (D)*
Al terminar de cenar me puse de pie y fui hasta mi habitación puedo sentir la mirada de todos pero con relevancia la mirada de ella. Sus ojos verdes me miran con fuerza que incluso si no la veo se que esta ahí. Escucho sus pasos detrás de los míos y mi corazón me juega una mala pasada alterando mi ritmo cardíaco.
Ella entró y cerré la puerta tras ella, quedándonos frente a frente mirándonos a los ojos, sus mejillas rojas y unas ojeras que muestran que no ha dormido bien en varios días. Creo que nos vemos prácticamente igual. Sus ojos me demuestran toda la tristeza que no he podido dejar de sentir en todo estos días.
— Él me escribió, hablé con él fue tonto lo sé, pero yo quise solucionarlo y me moleste porque se metió contigo y borre los mensajes por qué fui tonta al escribirlo — bajo la mirada y por cada palabra que uso se bien que dice la verdad. Un alivio en mi pecho me llena.
Pero no es suficiente, necesito saber porque le escribió.
— Te pedí que no hablaras con él Charlotte — usar cada una de esas letras causó más dolor en mi y ella también lo sintió.
— Tu hermana habló conmigo y me dijo que no debería seguir todo lo que me obligas a hacer, yo ahora comprendo porque me dijiste que no lo hiciera. Es solo un capullo.
— Lo es — dije entre dientes — Es amigo de Carlos, por su boca escuché como se gana la vida y lo que quiere de las mujeres. Mereces más que eso — tuve que resistir el impulso de acercarme a su lado y agarrar su cara para apretarla y reconfortarla, se ve tan destrozada.
Oh pequeña, yo no quiero hacerte daño.
— No volverá a pasar — dijo en un hilo de voz.
— Aún no te puedo perdonar Charlotte, hablaremos cuando vea con mis propios ojos lo que hablaron ustedes dos. Confío en ti pero no en él.
Abrí la puerta para ella.
— Me lo prometiste — su voz fue tan suave que dudo haberlo entendido bien.
— ¿Qué?
— Me prometiste que nunca me dejarías sola.
— Y no lo haré Charlotte, nunca estarás sola.
Esta vez accedí y me acerqué coloqué ambas manos en sus cachetes haciendo que me mire directamente a los ojos.
— Te quiero tanto muñeca, pero estoy decepcionado. Yo confié en ti.
— Te prometo que jamás volverá a pasar algo así — colocó sus manos sobre las mías y sus ojos suplicaban con dolor.
Mi pecho sintió tanto dolor que sentí ganas de derramar lagrimas frente a ella. No me mires con esos ojos de cachorro abandonado. No puedo verla así, no puedo me siento miserable cuando la veo triste. Es un hueco en el pecho que no se soluciona de una sola vez.
— Aún no es el momento.
Aparté la mirada, algo en mi ardía. Los celos son más fuertes que yo y esta chica me importa demasiado. La dejé ir, salió por la puerta y yo la cerré para encerrarme en mi cuarto y no volver a salir.
Dos horas después mi hermana toco a mi puerta se sentó a mi lado en la cama y me miró con cara de desaprobación.
— ¿La perdonaste?
— No puedo.
— ¿Por qué?
— Borró los mensajes y habló con alguien que la intentó besar cuando le pedí que no lo hiciera. Algo en mi pecho me pide que no confíe en ella aun cuando lo único que deseo es estar a su lado.
ESTÁS LEYENDO
Descubriendo
Teen FictionDescubriendo es el libro de continuación de Conociéndote... Si ya leíste la historia de Mel y Alex estás listo para leer este libro. Aquí encontrarás la vida amorosa de Dereck David y Valeria Victoria. Ellos al igual que sus padres encontrarán el...