Capítulo #24: "El problema"

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Capítulo #24: "El problema"

*Punto de Vista: Dereck David (D)*

— ¿Qué esta pasando? — pregunté al acercarme.

— Tu amigo nos pidió un adelanto y aún no nos ha pagado — dijo uno de los hombres, se parecían mucho los tres cabellos cafés y ojos negros, con figuras distintas pero cara muy parecidas.

— ¿Cuánto es? — pregunté al instante.

— 2500 — dijo otro más alto y fuerte.

Busque en mi bolsillo y a penas tría 1000 no esperaba gastar tanto.

— Aquí tienen — entre el dinero — Es un adelanto hasta que mi amigo les pague, ahora márchense, están poniendo nerviosas a las chicas.

— Podríamos llevarnos a una de esas como forma de pago — miró específicamente a mi hermana. No me moví, pero Kevin si lo hizo lo agarro por el cuello y lo pego contra la pared.

— Ni se te ocurra volver a mirar a mi chica — masculló molesto.

Una vena se le marcaba en la sien.

— Páguenme y no será necesario.

Los hombres se fueron dejándonos solos a los tres. Mire con cara de fastidio a Carlos, sabia bien lo que significaba eso.

— Has vuelto a probarlo — mascullé irritado.

— Solo un poco — su voz tembló, y entendí que si lo había hecho.

— Se puede saber que te esta pasando por la cabeza, después de lo de tu mamá no volverías a este mundo — mascullé muy molesto.

— Lo necesitaba

— Esto no se necesita — escuche la voz de Kavin. — Esto se elige.

¿Como sabe lo que estamos hablando?

— Yo lo siento — bajo la mirada.

— Paga esa deuda Carlos. A mi no me debes ese dinero, pero paga lo demás.

— No puedo.

Hice de oídos sordos y caminé junto a las chicas, intentando no estar irritado.

— ¿Que ha pasado? — preguntó Emi.

— Todo está arreglado — fingí una sonrisa.

Ello no se movió, estaba nerviosa, no me miraba a los ojos.

¿Eso es vergüenza Emi?

Pronto se unieron los demás.

— Juguemos — dijo Max.

— ¿A qué? — masculló Christopher, parecía molesto con la situación.

— Qué tal eso de Verdad o Reto. — Propuso Max

— No, mejor jugamos Yo nunca. — Se negó Vale.

— Bueno, a mi me parece bien — dijo Oliver. Sacó un cigarrillo y los demás fumadores hicieron lo mismo.

— Pues a mi me parece aburrido — Dijo Paula.

— Comencemos.

Hicieron varias rondas de preguntas y las preguntas fueron poniéndose picantes, me divertí cantidad como la cara de Charlotte se iba poniendo más roja cada vez que yo bebía o cuando lo hacían las chicas. Le daba vergüenza no poder beber.

No te preocupes muñeca te haré beber más que todas ellas.

Besé su frente porque se que estaba nerviosa.

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