Extra #1: "Carlos y Emily"

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Dos años desde que terminó Descubriendo:

Carlos Hunt

Salgo de la última clase en la universidad y voy directo hacia el departamento que comparto con Emily.

Me encuentro a D esta de pie en la puerta, una chica sujeta la corbata roja y la jala para besarlo en los labios pero esquiva sus labios para besarla en la frente.

— Hola hermano — saludé cuando pase a su lado.

— Emily me pidió que te dijera que salió con Valeria a hacer compras — asentí. Mire a la cara a la chica a su lado, no la reconocí, pero supe bien que ni el sabría su nombre probablemente.

— ¿Subes a jugar conmigo? — el asintió y miró a la rubia a su lado.

Ella le hizo un mohín, que D ignoro.

— Nos vemos luego — ni siquiera espero una respuesta y paso por su lado para subir junto a mi las escaleras.

— ¿No es interesante? — le pregunté.

— No, nadie lo es — negué con la cabeza.

— ¿Seguro? — pregunté.

— Nadie como ella — aseguró molesto.

— Tienes que olvidarla — el negó con la cabeza.

— Eso es imposible — soltó un suspiro y subimos hasta mi piso para jugar PS5.

Dos cervezas bebimos mientras jugamos un juego de tiro, por supuesto D ganó.

Su celular vibró en el bolsillo.

— Nos vemos luego — contestó la llamada mientras salía de la puerta solo llegue a escuchar — ¿Que quieres...?

Me puse de pie observé la cantidad de comida chatarra qué hay colocada sobre la mesa del centro. Recogí todo lo que encontré. Cajas de pizzas, latas de refresco y cerveza, botellas de agua y algunas bolsas de Doritos.

Se me ocurrió una idea que me pareció la mejor en mucho tiempo. Busqué en el baño un par de velas. Comencé colocándola en orden, formando un camino de velas hacia la habitación, busqué algunas flores de plásticos y las rompí para coger sus pétalos de tela para seguir con el camino.

Busqué la caja de celebrar cumpleaños, encontré algunos globos, coloqué algunos sobre la cama.

Tome una ducha larga, use más colonia de lo habitual y regresé al cuarto. Me senté esperando algún ruido de la sala.

Pasé casi una hora esperando. Me comencé a aburrir pero tenía una necesidad de verla tan grande que aún así la esperé.

Mire todo el alrededor y me decidí por buscar otra ropa. Pero justo cuando me puse de pie escuché la puerta abrirse.

Sonreí como idiota y me oculté.

Escuché como dejaban algunas cosas sobre la mesa y seguían caminando y la observé desde lejos cuando entro por la puerta.

Lleva ese cabello rubio recogido en un moño alto, pero como tiene el cabello corto se ve regado y relajado. Un vestido negro ajustado y el maquillaje negro casi quitado por completo. Algunas gotas de sudor corrían por su frente, pero vi esa sonrisa que se formó en mis labios segundos antes ahora en ella.

La mire de lejos y pensé: <¿Merezco todo lo que ella me da?>

Me lo pregunté como cada vez que la veía.

Me acerqué por detrás y ella no me sintió.

— Bienvenida a casa, panda — se sobresaltó pero no dejó de sonreí y no me miró siguió viendo los globos frente a ella — No es una fecha importante ni nada, pero... — detuve me explicación para causarle intriga — a veces me preguntó que hago para merecerte, al menos pienso compensarte por tener que aguantarme.

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