TREINTA Y OCHO

50 6 5
                                    

ALAIA LEWIS

Mi tía Verónica, mis primos Pol y Jayden vinieron a verme y me encontraron en la camilla dormida con Isaac.

—¿Y quién es ese chico? —preguntó Verónica después de que Isaac saliera.

—Es un amigo o algo más que un amigo, pero todavía no somos novios... —ella sonrió al ver que yo no sabía cómo explicar la situación.

—Entiendo perfectamente —rió.

—¿Es tu novio Alaia? —preguntó Pol mi primo menor.

—No —le respondí.

—¿Entonces? —preguntó Jayden el mayor.

—Nos estamos... conociendo.

—¿Porque necesitó ayuda de la enfermera para salir?, parecía como si no pudiera ver —preguntó Pol.

—No puede ver, es ciego —expliqué.

—¡¿Es ciego?! —dijo con asombro Jayden y yo asentí mirándolo directo—. ¿Por qué estás con él? —fruncí el ceño ante su pregunta—. Me caía mejor tu antiguo novio —lo miré con la mirada más enfurecida que podía tener.

—No juzgues a nadie sin antes conocerlo, no puedes decir que te caía mejor Gerard cuando sabes bien lo que pasé con él.

—Lo siento Alaia, fue una tontería decir eso —bajo la mirada pero yo no quite la mía de él.

—No te metas en mi vida si me vas a juzgar Jayden —pocas eran las veces que lo llamaba por su nombre y su mirada dolida me confirmó que llamarlo así le había hecho sentir mal, pero quería que entienda mi punto—. Que te quede muy claro.

—Lo siento —susurró y se marchó a pasos rápidos.

—Lo siento tía —me dirigí a Verónica dándole una mirada de disculpa— pero tu hijo...

—No te preocupes, él hizo mal en decir eso y si no lo corregías tú lo iba a hacer yo —me brindó una sonrisa de labios cerrados. —En fin, cuéntame ¿cómo conociste a Isaac? —pidió emocionada.

Le conté todo hasta el mínimo detalle, ella es de mi entera confianza y no hay secreto que guarde con Verónica. Es lo más cercano a una madre que tuve en el momento que lo necesité y se ganó mi cariño y confianza, la hermana de mi madre es la mejor.

—Y así fue como sucedió todo, juro que no podía creer que él me confesara todo eso, es que es tan jodidamente cerrado con respecto a lo que siente.

—Ten cuidado con un posible embarazo, ¿si se cuidaron las veces anteriores cierto?

—Si Verónica, no hay problema con eso.

—Me tranquiliza escuchar eso, espero te vaya bien con ese chico, ¿cuándo nos lo presentas? ¿ya le has hablando a tu padre de él? —no le había contado ese pequeño detalle sobre lo que me dijo mi padre de Isaac.

—A mi padre no le gusta la idea de que quiera a Isaac.

—¿Por qué? —la miré con preocupación ya que quizá tampoco le gustaría lo que le estoy por decir.

—Mi padre mandó a investigar a Isaac y lo que encontró fue... que... —ella me miró para que procediera y mordí mis labios— él anteriormente fue el sottocapo de la mafia italiana. Isaac no sabe que yo lo sé.

—¿Con quién te has metido Alaia? —su rostro tranquilo paso a uno enojado, podía ver preocupación y miedo en el. Se levantó de la camilla— El sottocapo de la mafia nunca deja de serlo, estoy segura que te ha sucedido esto por su culpa —han sido pocas las veces que la había visto furiosa, pero nunca tanto como ahora—. Si tu padre no está de acuerdo con que ese chico este contigo yo lo apoyo, no dejaré que mueras a manos de unos mafiosos.

Un Mundo Diferente [completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora