ALAIA LEWIS
Después de aclarar algunas cosas, explicarles como es mi trabajo y obtener su autorización para hacer lo necesario con su hijo, la señora Ana me llevo a que conozca a mi nuevo paciente.
Me guio al segundo piso y una vez que llegamos al final de las escaleras me señalo una puerta blanca al final del pasillo.
—Ese es el dormitorio de mi hijo —asentí— Se llama Isaac, y por favor no olvides lo que te dije tenle paciencia —olvidaba ese detalle, le sonreí.
—No se preocupe por eso— debo tener paciencia con el niño. Paciencia ven a mí.
—Y un último detalle.
—Dígame.
—Mi hijo tiene veinte años —me sorprendió eso.
—¡Oh! está bien —que tanta paciencia necesita alguien de mi edad, no es un niño como pensaba.
Me encaminé hasta la puerta, toqué y como no escuche contestación la abrí, en mi campo de visión aparecieron paredes blancas, un escritorio y un librero, escanee la habitación y en la cama hay un chico sentado con el torso desnudo, su mirada se dirigió hacia mí con el ceño fruncido y me dio algo de terror ya que la habitación está un poco oscura.
Recordé que olvidé preguntar su discapacidad, maldición que clase de enfermera soy.
—¿Ali? —llamó el chico. ¿Quién es Ali y porque dice su nombre?
—No soy Ali —entre a la habitación sin cerrar la puerta— Me llamo Alaia.
—No sé quién eres, ni que haces en esta casa, vete—ni lo conozco y ya me cae mal, creo que su madre se refería a eso cuando dijo que debía tener paciencia.
—Soy tu enfermera personal, me contrato tu madre.
—No me importa quién eres, no te molestes en presentarte.
—¿Por qué? —sus ojos no me observaban directamente y creo que ya descubrí su discapacidad, ya que no veía alguna silla de ruedas en el lugar, habla más que perfecto como para ser sordo y tiene sus dos brazos y por lo que puedo notar por encima de la fina sabana tiene sus dos piernas.
—No necesito a nadie aquí.
—Me contrataron para ayudarlo a superar el accidente que tuvo y que salga del mundo en el que se encerró.
—No necesito que una desconocida venga a darme sermones de lo debo de hacer con mi vida, solo quiero que te largues —ya me está sacando de mis casillas y solo quiero estampar mi puño contra su rostro.
—Mira chico, si yo quiero que te levantes lo tienes que hacer.
—¿Que te hace pensar que hare lo que tu digas?
—¿Acaso siempre trae el humor que tiene ahora?
—¡Ali! —empezó a llamar desesperado y furioso a la vez— ¡Ali!
—¿No puede resolver sus problemas solo que tiene que llamar a alguien más?
—Que bueno que te das cuenta que eres un problema —dijo sarcástico.
—Oh, descubrí que puede hablar sin gritar.
—Pues vete con tu jodido descubrimiento a otro lado y dile a Ana que se meta bien en la cabeza lo que le he dicho y no contradiga mis decisiones.
—Su madre solo se preocupa por usted.
—No hables de cosas que no sabes y ya vete.
—Si quiere que me vaya haga algo, no solo grite que así no me iré.
ESTÁS LEYENDO
Un Mundo Diferente [completa]
Novela JuvenilIsaac y Alaia, dos jóvenes con vidas totalmente diferentes que el destino juntará en circunstancias poco favorables, estas mismas harán que ellos se odien y no se soporten al instante de conocerse. Como dicen por ahí del odio al amor hay un solo pa...