Capítulo 11.
Me desperté desorientada, sin saber dónde estaba. Me levanté bruscamente y empecé a observar cada rincón de la habitación. Una vez asimilé donde me encontraba, giré sobre mí misma para localizar el móvil que estaba debajo de la almohada. Lo cogí y miré la hora… ¡¿las seis de la mañana, estoy loca o qué?! Puse el móvil donde lo encontré y me tumbé otra vez, tapándome con la sábana hasta la cabeza.
– ¿A qué juegas, crees que puedes escapar de mí? – Nathan sonrió maléficamente y empezó a perseguirme.
Yo seguía corriendo por la orilla, girando mi cabeza para ver cuanta distancia había ente los dos, no mucha… vamos. De repente unas manos me atraparon, agarrando mi cintura e impidiendo que me moviera.
- Te dije que no podrías escapar de mí – me susurró al oído. Hizo que me girara, para toparme de pleno con sus bellísimos ojos verdes, que con el atardecer de la playa parecían tener el mar en ellos.
- Pensándolo bien, no quiero hacerlo… - rodeé su cuello con mis brazos y me mordí el labio inferior.
Él me atrajo más a su cuerpo, yo le incité a arrimarse hasta que nuestras narices se tocaron. Sus labios carnosos se entre abrieron y los míos hicieron lo mismo… incliné mi cabeza y me acerqué lentamente hasta que…
- ¡Cristina joder, despiértate! – la voz de Empar hizo que me levantara de un salto… – prepárate, son la doce…
- ¡¿Las doce?! ¿y el desayuno, por qué me habéis dejado dormir tanto? – pregunté cogiendo la ropa que me iba a poner hoy y dirigiéndome al baño.
- Te hemos cogido cruasanes y un cappuccino – gritó Esther desde la cocina.
- ¿Por qué me habéis dejado dormir tanto? – les pregunté de nuevo sentándome en el taburete de la barra americana, ya arreglada.
- Se te veía muy a gusto… a demás parecía que estabas teniendo un buen sueño – ambas compartieron una mirada de complicidad y se empezaron a reír.
- ¿Qué pasa? – exigí saber dando el último sorbo a mi cappuccino.
- Hablas en sueños – me dijo Esther entre risas. Algo que ya sabía yo…
- Y has repetido “Nathan, para…” un montón de veces… - me informó Empar recogiendo mi desayuno. Me quedé helada, cual jarra de agua congelada, en pleno mes de diciembre, cayendo sobre mí. Sabía lo que había soñado, pero no contaba con el detalle ese de que suelo hablar en sueños…mierda.
- ¿En serio? – fingí estar consternada. Empar se limitó a asentir varias veces.
De repente la puerta sonó con varios golpes repetitivos, creando un ritmo. Esther se dirigió a abrir. Eran Zaira y Mara, así que cogimos nuestras cosas y nos fuimos a dar una vuelta por la ciudad. Había pasado una hora y media, así que después de sacarnos trillones de fotos con la réflex de Zaira, y unas cuantas con el súper móvil de Empar para luego subirlas a twitter, decidimos sentarnos en una terraza a tomar algo. Hacía buen tiempo, algo no muy normal en esta época del año. Encargamos nuestras bebidas, y yo seguía con mi tradición de no pedir cosas con gas o alcohol. Pero las demás no se cortaron, entre cervezas y coca-colas… menos Zaira, ella siempre tan sana con su botellita de agua. Estábamos hablando de lo sucedido el anterior día, aún estábamos flipando… de repente vibró mi bolsillo, otro whatsapp.
Tom: “tal y cómo te dije ayer, te tengo que contar el plan de hoy. Los chicos y yo queremos ir a ver París, pero de forma desapercibida y tal… ¿qué os parece? (;”
- ¿Es otra vez tu madre? – preguntó Esther riéndose y dando un sorbo a su cerveza.
- No, es Tom, otra vez… - respondí aun mirando a la pantalla.
ESTÁS LEYENDO
Gold Forever L5F. [Editando]
FanfictionCristina, Empar, Zaira, Esther y Mara. Amigas desde siempre y con vidas absolutamente normales. Nunca soñaron con algo más que cumplir unas expectativas comunes. Nunca pensaron que sus vidas pudiesen cambiar de tal forma. Nunca vieron que ellos eran...
![Gold Forever L5F. [Editando]](https://img.wattpad.com/cover/3875244-64-k665250.jpg)