Gold Forever L5F. [Editando]

52. [Believe or not.]

 Capítulo 52.

Cristina POV.

- ¿Qué pasa? - me preguntó con voz grave y suave al tiempo que me despegaba de su cuerpo. Registré todo su cuerpo hasta dar con aquellos hipnotizantes ojos.- ¿Estás mejor? - Asentí con una sonrisa estúpida en mi cara. La verdad es que no sabía si estaba bien o mal. - Ya…mira, no te voy a obligar a que sientas cosas por mí, no quiero que elijas entre uno u otro. Sabes de sobra lo que hay, he intentado hacerlo lo más claro posible y…en serio, es tu decisión. Esperaré con la condición que me des una respuesta…la que sea.

- Está bien - respondí para dejarlo más tranquilo. O para…no sé. - Me has sorprendido con todo esto… no eres tan niñato como aparentas.

- Vaya…gracias, supongo… - se rascó la cabeza riéndose - Y… no me conoces así que es normal que te sorprenda.

- Es posible - respondí mirando mis muñecas. De repente le di un vistazo a mi llamativo reloj fucsia y me quedé absorta al ver la hora. - ¡¿Cómo hemos podido estar tanto rato aquí?!

- Dos horas… - nos miramos, ambos con expresión de sorpresa, y no pude evitar que me entrara la risa floja al ver sus dos frondosas cejas alzadas. Siendo sincera, parecía todo muy irreal. Él y yo juntos, viendo el ocaso, a pocos centímetros el uno del otro… He visto demasiadas películas románticas y tal.

- ¿Volvemos al hotel o algo…? - Nathan asintió sonriente y anduvimos dirección a la feria con nuestras manos entrelazadas. Manos…entrelazadas… Creo que definitivamente me han poseído. Las miré e inmediatamente las separé con brusquedad. Sentí que estaba asustada ante el hecho de que alguien nos viese de ese modo tan…cariñoso. A Nathan pareció no importarle aquello así que seguimos andando tranquilamente. Volvimos al mismo punto donde antes, en frente del fotomatón, y busqué a nuestros amigos con la mirada. Lógicamente…no logré encontrarlos. Me crucé de brazos y lo miré expectante. Parecía que él había estado bastante tiempo mirándome y noté que mis mejillas empezaban a arder. Si alguien me explica porqué hago tanta estupidez delante de él…le regalo un unicornio. - ¿Qué? - le pregunté cohibida. Él negó lentamente y volvió a cogerme de la mano. Una cosa estaba claro…tiene una inmensa obsesión con mis manos. Esta vez no la rechacé, es más, la acepté y apreté con suavidad… no sé, para sentir que de verdad estaba pasando esto. Era raro a la vez que…bonito. Otra tontería, genial.

Me fue guiando hacia la cabina, que hacía dos horas había abandonado corriendo, y me hizo entrar. Mientras él permanecía fuera, supongo que poniendo el dinero o algo, yo me intenté peinar, arreglar o algo. Menudas pintas que no tenía… Nathan pasó al interior poniéndose tan cerca de mí que hizo que mi corazón se acelerara de golpe. Al momento sentí más calor que el que de verdad hacía. La pantallita que había en frente de mí se iluminó y fue cuando grité al vernos en ella.

- ¿Qué ocurre? - me agarró de los hombros e inspeccionó no sé el qué.

- Solo me he asustado…ya sabes, mírame, doy miedo - dije señalándome la cara. Sentí sus manos deslizándose desde mis hombros, pasando por todas las zonas de mis brazos, hasta llegar a los extremos. Entonces me soltó. No iba a negarlo…miles de calambrazos acompañaron a ese movimiento. Fueron como pequeños chispazos sobre mi piel ahora erizada.

- Si dieras miedo no te habría metido aquí para hacernos fotos…o tal vez sí… - le di un tremendo empujón a lo que él se empezó a carcajear como un niño pequeño. - Bueno, va, no te enfades… - rodeó mi cintura y me atrajo a él. Puso su mano en el pulsador y yo le indiqué cuando apretarlo. Justo antes de que la foto se hiciera Nathan agarró mi cara, con la mano que le quedaba libre, y la giró suavemente hacia la suya. Me quedé tan sumamente confusa y encandilada por culpa de sus ojos, y sonrisa, que olvidé las fotos. Tan solo me fui aproximando más y más hasta que rocé sus labios. Cerré mis ojos y nos fundimos en un beso tierno a la par que apasionado. Noté cierto movimiento y me reí entre dientes. Él seguía pulsando el botón sin ton ni son mientras en la pantalla decía que no se podían hacer más fotos.