Capítulo 15.
Cristina POV.
Mientras giraba la botella, me volví a marear mirándola. Tenía la mente en blanco, y no paraba de reírme. De repente todos aclamaron el nombre de Jay y yo miré hacia todos los lados por tal de encontrarlo. Juraría que esto no era tan grande… ¿dónde está?
Al fin lo encontré, Jay me estaba mirando divertido, mordiéndose el labio inferior y yo en cambio estaba aturdida, seguramente mi cara sería un poema. Siva me ofreció su mano con tal de ayudarme a levantarme, pero para cuando nos quisimos dar cuenta Jay estaba en frente mía. Me levantó hasta que me puse igual que él, pero era tan alto que yo quedaba a varios centímetros de diferencia de su cara. Lentamente se aproximó a mi cara, encorvando su cuerpo. Puso una mano en mi cintura y con la otra sujetó mi cabeza. ¿Qué hacía yo? Temblar, pero que mucho. Dijeron el “ya” y sus labios se unieron a los míos, encajando perfectamente. En esos diez segundos no abrí los ojos ni un instante, a decir verdad lo disfruté. Cuando nos separamos, pude notar que el alcohol me había subido más, todo daba más vueltas. Así que volví a sentarme, recostándome en el hombro de Siva. Me restregué los ojos sin acordarme de que llevaba maquillaje… me reía yo sola al darme cuenta del mapache que sería en estos momentos. Pero pasé y presté atención a la tirada de Jay.
- Nathan tío, es el destino… ¡nos quiere juntos! – Jay y Nathan tenían que hacer lo que Esther y yo habíamos hecho hace escasos minutos. ¿Se nos caería ahora la babilla a nosotras? Eso esperaba.
- No Jay, no… ni de coña voy a besarte – se negó rotundamente, dando otro trago a su bebida. Nathan se mantenía sentado en el suelo y haciendo gestos raros con las manos.
- ¿vais a daros el puto pico o qué? – les insistió Empar con su voz de pito. Al igual que las demás tenía ganas de ver ese beso.
- Parece ser que ninguno está por la labor… - soltó Mara gritando.
- Bueno Jay, tira otra vez… quiero pasar a la segunda ronda ya – le obligó Tom, mirándome con una sonrisa juguetona en su cara. No le di importancia, como a partir de mi décimo cubata, no di importancia a nada. Jay giró otra vez la botella y luego la habitación se llenó de jaleo, otra vez.
Empar POV.
Le observé, aunque ya no veía mucho la verdad. Localicé sus labios y me abalancé sobre ellos. Me mantuve con los ojos abiertos todo el rato, observando la cara de felicidad de Jay, estaba adorable. Cuando dejaron de contar me separé bruscamente y fui en busca del baño. A mis espaldas todos seguían gritando y berreando.
- ¡Empar que te toca tirar a ti! – me gritó Esther, pero no le hice caso… me estaba meando y no encontraba el baño. Eso es un grave problema.
- Aquí Empar, aquí… - de repente Zaira me abrió una puerta y me hizo pasar.
- Tía ¿tú vas bien, no? – le pregunté sentándome en la taza del váter.
- ¿qué? – se giró para mirarme. Vale… no iba nada bien. –no, no voy bien ¿pero qué importa? – dijo riéndose escandalosamente.
Salimos del baño riéndonos como tontas y volvimos con los demás. Me senté al lado de Nathan y Jay, que se reían porque yo me reía… creo que encontrarle la lógica a cualquier cosa que hagamos ahora es totalmente inútil. Me recordaron que tenía que girar la botella, así que con una risa tonta la cogí y la rodé. La botella giraba, y yo la seguía sin prestar mucha atención a quién señalaba. Sin esperármelo, unos labios atraparon los míos. Abrí los ojos para ver que… nada, para ver nada. No veía ni torta. Al fin se separó y lo vi. Había sido Tom. Nunca me lo hubiera esperado tan agresivo… pero me gustó.
- Que cara de embobada llevas… - me dijo Cristina riéndose.
- Pues igual que la tuya… - le vacilé riéndome también.
- Hey chicas, antes de que arranque el juego otra vez, quiero preguntaros algo – Tom captó nuestra atención, aunque yo no sabía muy bien a donde mirar. - ¿por qué estáis aquí con nosotros, es decir, no será porque somos famosos, no? – nos preguntó comiéndose letras, a duras penas lo entendí.
- Yo te contesto – alzó la mano Zaira. Como si estuviéramos en clase o algo… - no somos ese tipo de chicas, es más – hizo una pausa, parecía marearse – no teníamos ni idea de quién eráis… y seguimos sin saberlo muy bien, pero bueno… - respondió divertida. Esta respuesta causó sonrisas en sus caras ¿o ya las tenían de antes? No sé…
- Yo… - empezó a hablar Cristina – yo tengo preguntaros algo ¿me dejáis? – les preguntó a los chicos, éstos afirmaron con la cabeza. - ¿os caemos todas bien o hay alguna que…? no sé, no os ha gustado por así decirlo. – esta pregunta nos desconcertó a todos, y más a mí, no sabía a qué coño había venido… aparté el tema de mi cabeza pegando otro sorbo largo a mi cubata.
- A mí no me caes bien – contestó Nathan. Madre mía… la cara de Cris fue inescrutable. Ella le miraba sorprendida, dolida… sin embargo él ni la miraba, seguía bebiendo. Mala hostia le metería al niño este.
- Haya paz… - Mara intentó relajar los humos. La habitación estaba en una tensión abrumante.
– Bueno Tom, es tu turno – él giró la botella y entonces se le pusieron los ojos como platos.
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Gold Forever L5F. [Editando]
FanfictionCristina, Empar, Zaira, Esther y Mara. Amigas desde siempre y con vidas absolutamente normales. Nunca soñaron con algo más que cumplir unas expectativas comunes. Nunca pensaron que sus vidas pudiesen cambiar de tal forma. Nunca vieron que ellos eran...
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