Gold Forever L5F. [Editando]

58. [Ours]

Capítulo 58.

Zaira POV.

No me sentía bien. Había algo en los ojos de mi amiga que me hacía dudar sobre sus respuestas ¿A caso es normal que te gusten dos? ¿Es posible? ¿Podría ser que ambos la complacieran de diferente modo y a eso se debía su tremenda indecisión?

- Debes aclararte - le dije después de varios minutos de silencio después de que Esther saliera por la puerta. - Elije. 

- ¿Tú qué sientes? - me preguntó Empar en un suspiro.

- ¿Yo? ¿Por Tom, dices? - asintió y mordí mi dedo con rabia - No es que me guste, es que, de una forma bastante anormal, me encanta. No puedo remediarlo. No sé si estoy enamorada, pero, es una sensación que no puedo explicar muy bien…¿entiendes?

- Creo que te sigo, sí… - se le escapó una pequeña risa. No era muy buena en  eso de explicarme pero ella me entendía. Espero. - Hay que arreglar esto ya.

- Yo lo veo claro. - me dirigí hacia Cristina - Mira, sé que siente algo por Tom pero también lo haces por Nathan. Por mucho que intentes convencerte de que no. Y mi teoría es la siguiente… - cogí su mano y la miré fijamente - No quieres lo suficiente a Tom si también sientes cosas por Nathan. Piénsalo. - Su cara me impactó. Veía tantas cosas en ella que no supe si continuar con el discursito que tenía preparado en la cabeza. No lo hice ya que unos tremendos golpes en la puerta nos asustaron a todas. Me levanté y fui a abrir. - ¡Cuidado! - chillé cuando Tom me apartó del medio sin ni siquiera darse cuenta de que estaba ahí.

- Tenemos que hablar. Ya. - su voz era más oscura de lo que nunca había podido imaginar que podía serlo. Ande hasta el salón con el corazón encogido en mi pecho. Su mirada se posó duramente en mí unos instantes y luego la apartó. ¿Qué le pasaba? ¿Era sangre eso que resbalaba por su labio inferior? ¿Qué coño…? No me dio tiempo de observarlo más cuando Cristina y él desaparecieron en la terraza.

- Estaba sangrando… - comentó Empar algo confusa. Asentí sin mover un solo músculo. ¿Qué habría pasado? - ¡Siva! ¡Roger! - de repente me fijé en él. Venía sin aliento alguno y jadeando. También me di cuenta de que ni había cerrado la puerta a causa de la confusión del momento. - ¿Estáis bien?

- Sí… - contestaron a la vez con dificultad - Es solo que he bajado tres pisos de golpe. Tom es imparable en estas situaciones… - contestó Siva exhausto. 

- ¿A qué situaciones te refieres? - pregunté cruzándome de brazos. Él nos pidió con el brazo que nos sentáramos pero no lo rechacé. El nerviosismo que me estaba causando no me dejaba hacerlo.

- Nathan y Tom se han pegado. - Mi boca fue tapada de inmediato por mis manos. Ya comprendía todo. - Y sí, ha sido por ella - dijo Roger señalando al exterior. Como no. Claro que había sido por Cristina. Flipo… - ¿D..Dónde vas? - intentó detener que me dirigiera hacia la terraza pero lo esquivé dándole una mirada de “no me toques ahora”.

- No te preocupes… sabe lo que hace. - oí a la voz de Empar a mis espaldas y no pude evitar sonreír. Aunque, la verdad, no sabía lo que estaba a punto de hacer. Ya era demasiado tarde para tirarme atrás porque tras abrir el ventanal, había salido y me encontraba frente a ellos.

- Yo también me merezco una explicación ¿no crees? - No se trataba de Cristina, ni de Nathan, tan solo de él y de mí. Estaba ardiendo en mi interior, lo notaba, sentía que los nervios me controlaban y ya no era yo la que mandaba sobre mi cuerpo. - ¡Me debes una puta explicación!

- No la tengo - ¿acababa de escuchar bien? - Y si la tuviera no sería buena. No valdría. Admito que he jugado contigo pero…

- ¡¿Lo admites?! - intentó cogerme o algo pero me aparté rápidamente. - ¿Te estás dando cuenta de lo que dices o lo sueltas como te viene?