Gold Forever L5F. [Editando]

16. Truth or dare.

Capítulo 16.

Mara POV.

Bien, por fin me toca macho. Aún con la que llevaba y el mareo que tenía, intenté no caerme hacia delante al intentar ponerme en frente de Tom. Sinceramente no veía su expresión, pero notaba el ambiente caldeado.

- Mara, reacciona – Zaira me hizo señales para que saliera de mi mundo. – va, diez segundos… ¡ya!

Nuestros labios se pegaron con pasión. Se notaba que Tom era algo agresivo en ese aspecto y no me molestaba para nada. Cuando nos separamos pidieron la segunda ronda. La cosa pasaba a mayores y ahora eran besos con lengua de un minuto. ¿En serio… un minuto? Jay, ven a mí. Cogí la botella mirando a todos y cada uno de los chicos, y la giré mordiéndome el labio inferior.

- ¿quién quieres que te salga rubia? – me preguntó Nathan al oído mientras la botella seguía rodando. Le miré sorprendida. ¿Me había llamado rubia? vale…

- Deberías saberlo – le guiñé un ojo y observé como la botella seguía rodando. Pues sí que le había dado con fuerza… Volví a mirar a Nathan que me miraba fijamente y se acercaba a mí - ¿Qué estás haciendo? – me señaló la botella, le había tocado a él e iba a por el beso. Le detuve poniendo mis manos en su pecho mientras cerraba los ojos y me concentraba. Uno… dos… me lancé a su boca. Primero fueron unos besos suaves y luego nuestras lenguas se encontraron. Los segundos iban avanzando y el ritmo del beso se iba incrementando. De repente puso su mano en mi cadera y yo le atraje con mis manos en su cuello.

- Creo que ya está ¿no? – oí la voz de Zaira de fondo mientras yo seguía con el beso. Abrí los ojos y me encontré con los de Nathan. Cuando paramos nos separamos con una sonrisa cada uno en nuestra cara. No voy a mentir, había estado bastante bien el beso…

- Nathan… la botella – le indicó Empar y él se apresuró a rodarla.

- ¡No puede ser! - exclamó sorprendido.

- ¡Ven aquí cariño mío! – les había tocado a Nathan y Tom. No pude evitar reírme como una loca mientras aplaudía.

- ¡¿por qué me tocan todos los chicos?! – se quejó llevándose las manos a la cabeza y riéndose también. Al final decidió pagar prenda, así que se quitó una zapatilla. De repente me tumbé en el suelo y me puse las manos en la cara. Todo me daba vueltas, no me apetecía jugar.

- ¿estás bien? – me preguntó Max tumbándose a mi lado. Yo le negué con la cabeza al mismo tiempo que me reía. Estuvimos un rato más tumbados riéndonos por nada. – ya verás que no nos hace tanta gracia cuando nos levantemos… - me miró mientras se volvía a reír. Finalmente nos levantamos, los demás se habían aburrido del juego también y estaban tirados en el sofá y en el suelo.

- ¡Hey! – gritó de repente Siva -¿podemos jugar a verdad o atrevimiento? La fiesta no se puede acabar aún.

- Yo… - me levanté como pude balanceándome de un lado a otro – estoy contigo Seev… ¿te puedo llamar así, no? – le pregunté sin esperar respuesta mientras me posicionaba a su lado a los pies del sofá.

- Sí, venga… - Max se levantó también apoyándose en una mesita que había por ahí y se acercó a nosotros con la botella.

- Va – hizo un ruido parecido al hipo – yo tiro… - cogió la botella y la rodó con fuerza. De repente sentí unos dedos que me acariciaban la cabeza, miré hacia arriba y vi a Nathan. Le sonreí y volví a mirar a Max.

- ¡Tom! – la habitación se llenó de risas - ¿verdad o atrevimiento? – le preguntó Zaira con voz de pito.

- Atrevimiento.

- Vale… atrévete a coger a una chica y bailad un tango – propuso Jay de repente.

- ¿un tango? – preguntó riéndose Nathan – sería mejor que le hiciese un baile sensual.

- Bueno, pues hazle la danza del vientre… - sugirió Siva haciéndonos reír a todos.

- ¡Basta, tengo que decirlo yo! – renegó Max tambaleándose hacia delante. – tienes que… coger a una chica. A la que tú quieras, la que más te guste y… cantarle tu trozo de heart vacancy.

- ¿Tú te crees que estoy para cantar tío? – le preguntó Tom levantándose del sofá. – pero bueno, allá voy. – una vez delante de todos, puso sus manos en su cadera y empezó a buscar a alguien con los ojos entrecerrados. De repente se paró y señaló a Cristina. Ella se señaló fingiendo sorpresa y se levantó del sofá.