Gold Forever L5F. [Editando]

66. ~Time to face your fears.~

Capítulo 66. “Time to face your fears."

Tom POV.

Amanecí al lado de una tía que no era mi novia. Pero que lo fue. Ayer me besó y mi cabeza anda loca. No debería pero lo hace. Encima nos quedamos abrazados toda la noche y como no… hemos despertado igual. Con las piernas entrelazadas, su cabeza en mi pecho y mis brazos acunándola. Esto sería perfecto con mi novia, no con ella…joder. Di un pequeño salto al recordar a Zaira. Mierda, mierda, mierda. ¿Por qué cojones dije que no pasaba nada con el beso? Sí que pasaba…y tanto… mi vida ahora está en juego. Cristina se revolvió sobre mi pecho, haciéndome cosquillas con su pelo y luego me estrechó más fuerte. Levanté los brazos de repente y maldije todo cuando depositó un casto beso cerca de mis costillas. Dios. ¿Qué está haciendo?

-Nath… - gimió totalmente dormida. Vaya. No me acordaba que habla en sueños. Me quedé mirándola, muy quieto, aún con los brazos en alto. – Tonto…- Sí. Nathan y tonto en una misma frase encajaban a la perfección. – No…te vayas… - Apretó los ojos con fuerza y luego comenzó a moverse histéricamente.

-Eh… - Volví a colocar mis brazos a su alrededor y la zarandeé con fuerza. – Despierta.

-¿Qué? – Se levantó de un salto, acalorada y casi sin respiración.

-Ha sido todo una pesadilla, tranquila… - Me incorporé, apoyando mi espalda en el respaldo de la cama.

-Sí… no se acercaba mucho a mi ideal de sueño. – contestó en voz baja. Qué mujer, aún recién levantada es sarcástica.

-Y… ¿Me la vas a contar?

-No me apetece… - Se giró, poniéndose las zapatillas.

-Sé que Nathan aparecía en ella.

-¿Cómo…? – Me dio la cara una vez de pie.

-Hablas en sueños… - dije encogiéndome de hombros. – Bueno, y en pesadillas…por lo que puedo ver.

-Está bien... – Puso los brazos en barca y rodó sus ojos. – La pesadilla era que me dejaba.

-Pero si…

-Ya lo sé… no estamos juntos ahora. Yo tampoco lo pillo. – Me interrumpió frotándose las sienes.

-Cristina… - La llamé antes de que desapareciera por la puerta. Se detuvo, sin volverse para verme. – Sé que lo que hizo ayer no estuvo bien. Fue un gilipollas, sí, pero ese gilipollas te quiere tanto como tú a él. – Suspiró fuerte. – Solo…piénsalo. – Y se fue. Decidí vestirme mientras oía como ella preparaba el desayuno. Luego cogí el móvil. Ni una llamada de Zaira. Uy, mala señal…

-¡El desayuno está listo, Parker!

-¡Voy! – respondí marcando su número. Tres tonos…no lo coge. Estará dormida… Los cojones. Ésta está muy cabreada. Seguro. Metí el móvil en el bolsillo y fui hacia el comedor.

-Te he preparado café…no sabía si querías otra cosa o…

-Está bien – Le sonreí. Ambos nos sentamos en la mesa y desayunamos en silencio. Un silencio que quería mantener por si sacaba el tema del beso…No sé qué coño hacer con eso.

-Tom… - sacudí la cabeza al ver que me había quedado mirando fijamente mi taza. – Tenemos que hablar.

-Si es lo del beso…ni te esfuerces. No ha pasado.

-¿Cómo que no?

-Pues que no. No sucedió.

-Por huir de los problemas no se van a ir. – Agaché la cabeza riéndome. - ¿Qué?