Gold Forever L5F. [Editando]

41. [Secrets hurts]

Capítulo 41.

-¡Acordaos de que cogemos el vuelo de las tres y media, así que a las doce todos listos aquí! – gritó Josep a los cuatro vientos antes de que saliéramos del restaurante del hotel. Mientras salíamos y esperábamos nuestro turno para coger el ascensor miré el móvil. Le había enviado unos cuantos mensajes a Tom, pero no me ha contestado a ninguno, porque quería pasar todo el tiempo posible de mañana con él… ¿estará aún con su familia o…?

Una vez en las habitaciones comenzamos a ponernos los pijamas y a los pocos minutos las tres restantes se vinieron a pasar un rato con Zaira y conmigo.

- ¿Y qué se supone que significan? – preguntó Empar cogiendo las notas de la mesita de noche.

- Según Jay son como pistas, que Nathan me deja, para que él compruebe no sé el qué…

- ¿Has hablado con Jay? – Me preguntó Mara sorprendida. Asentí confusa – Qué raro…le llamé antes y me dijo que no podía venir a verme… - nos quedamos en silencio sin saber qué decir.

- Entonces… - irrumpió Esther haciendo que saliéramos del trance - ¿todas las frases son canciones suyas?

- Eso me ha dicho… aunque solo reconozco la de gold forever.

- Deberíamos comprarnos un disco… - dijo Empar riéndose

- Ya ves, tan novias que sois… y ni un mísero disco tenéis – Zaira acompañó a las risas de Empar.

- ¿Se lo has contado a Tom? – fui negando lentamente - ¿Sabe lo del sueño? – Esther se sorprendía más a cada gesto de negación que hacía - ¿lo quieres…?

- Joder, claro que sí… Pero no sé, no creo que sea lo más sensato decirle: mira cari, que sueño cada noche con uno de tus compañeros del grupo… sí, ese con el que me lié estando contigo y que ahora me manda notas confusas, ese… - acabé mi actuación – pues no…

- Dicho así suena fatal… - dijo Zaira riéndose – pero no estás siendo sincera con él…y no se lo merece.

- Ya… ¿pero qué hago, se lo suelto sin más? – nos quedamos mirándonos unas a otras – venga va, soltarlo…

- Háblalo directamente con Nathan y aclara este enrollo…

- Sí, pero antes aclárate tú… - agregó Mara al comentario de Esther – que nos conocemos. A ti y a tus amiguitos los impulsos estúpidos.

- ¿pero no veis que dejáis de lado a Tom? – saltó Zaira – lo apartáis, ahí…”to solo” – hizo como si empujase a alguien con la cara más cómica que pudo. Todas reímos. – no, ahora en serio… no podéis dejarlo fuera de esto.

- Tiene razón – agregó Empar después de que cesaran las risas – lo mejor sería hablarlo con los dos y ya está – de repente se pusieron a hablar del tema sin mí. Gritaban y debatían tan a la defensiva que a la que habían apartado ahora era a mí. Más no me preocupó. Por mucho que hablasen y por muchas decisiones que tomaran,.. la que tiene la última palabra soy yo.

                                                                              …

- Chicas, Tom está abajo. ¡Os veo luego! – esa mañana me arreglé, hice de la ropa informal lo más formal que pude, mucho. Era mi último día en Londres y quería sentirme bien. Había visto a primera hora un whatsapp de Tom diciéndome que podía quedar unas horas por la mañana y ahora estaba llena de emoción. No sabía ni porqué pero lo estaba. – buenos días – me agarré a su cuello y fui a darle un beso pero apartó la cara y se lo tuve que dar en la mejilla. Me quedé muy parada ante aquello… comprendía que por la calle debía controlar, ¿pero aquí? ¿En serio? - ¿Qué pasa?