Gold Forever L5F. [Editando]

47. [...And everything's a mess]

Capítulo 47. 

Mara POV.

- Dame mi ropa - Max se levantó de la cama. Completamente desnudo. Vale… mi cara ahora mismo tendría que ser un poema…y también estaría completamente roja. - oh dios mío…

- ¿Qué? No pongas esa cara…todo esto ya lo has visto antes… - me tiró la ropa riéndose.

- Definitivamente el alcohol no me sienta bien… - La cogí, me enrollé con la sábana y me metí en el baño. Menudas pintas. Como si hubiese tenido una noche loca…espera…sí, la he tenido. Tengo que evitar cogerme estas cogorzas cada vez que salgo. No es bueno. Me vestí con la ropa de la noche anterior, no tenía otra, e intenté hacer algo con mi cara. Luego me acordé que mi habitación estaba unas plantas más abajo… - Bueno, yo me voy…

- Yo de ti me quedaría aquí.

- ¿Por qué?

- Jay está en tu habitación… - dejé la sábana encima de la cama y me senté en ella - ¿Te acuerdas de algo de anoche?

- Sí, de ciertas cosas… - se sentó a mi lado, me miró unos segundo y luego me retiró un mechón de pelo de la cara - recuerdo hasta que Nathan y yo volvimos con vosotros…en el jardín…creo…

- Vaya, no te acuerdas de lo mejor - por su cara supe a lo que se refería así que, para evitar el tema, me aclaré la garganta para que continuara. - Montaste la de dios.

- ¿Qué?

- Pues eso. Tu amigo Nathan y tú os pusisteis a gritar, a bailar y restregaros como locos…

- ¿En serio…? - No sé porqué no me sorprendía…

- Sí…Luego empezasteis a decir cosas como: ¡Hijos de puta! y tal. Y otras cosas en español que no comprendí.

- ¿Y cómo acabé aquí…contigo?

- Se suponía que Jay y yo compartimos habitación. Sinceramente, no sé qué pasó…pero él se fue con Cristina y tú conmigo.

- Entiendo porqué hicimos lo que hicimos.

- Solo te diré que disfrutaste - comenzó a reírse pero yo le miré con cara de pocos amigos.

- Me siento fatal…

- ¿Necesitas vomitar o…? - se levantó en seguida y fue a cogerme.

- ¡No, no! Me refería a hacer cosas por puro despecho, por los celos… parece que utilicé a la gente para desahogarme o pagarla con alguien…

- Tranquila - me arropó entre sus brazos - tienes todo el derecho a hacer cosas estúpida e irracionales - sin querer se me escapó una lágrima, la cuál cayó mojó su brazo desnudo, y tuve que contenerme para no seguir. - Venga… no llores… ¿te cuento un chiste?

- No, gracias - intenté sonreír pero me salió algo raro, cosa que le hizo reír, y lo empujé cariñosamente - Oye, ¿me puedo quedar aquí hasta que él se vaya de mi habitación?

- ¡Claro! Si he sido yo el que te lo ha dicho desde el principio… - Se dirigió a su maleta y busco algo - toma, ponte algo cómodo y vamos a desayunar. Son las doce, buena hora ¿no? - asentí, asombrada por la adaptación a los cambios de hora que tenía, y volví a cambiarme. Ambos bajamos al restaurante. No comí mucho a causa del mareo que me iba y me venía. Max, por el contrario, pareció comerse medio comedor.

- ¡Hey! - Tom llegó a nosotros sonriente. Y con la misma ropa de ayer. - ¿Cómo estáis?

- Al parecer no tan bien como tú - contesté con tono cansado.