43. [Wanna fly]

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Capítulo 43.

Esther POV.

- ¿Están todos…? – preguntó Mara ocultándose detrás de mí y de Cristina.

- Sí, Mara, y nos están mirando con caras raras – la agarré de la mano y la puse a mi otro lado – compórtate. - y ser la más pequeña de todas para esto…

Cuando quedaban a penas unos pasos para estar totalmente al lado de ellos, me apresuré y corrí con todas mis ganas hasta Siva. Me agarré a su cuello y él me alzó, pegándome vueltas. Nos unimos en un beso de esos que hace que se te olvide hasta hablar. Joder, lo había echado de menos a rabiar. Luego me bajó y siguió abrazado a mí. Las chicas se quedaron quietas, plantadas frente a nosotros, sin saber que hacer. Fue entonces cuando les hice un gesto con la cabeza a Empar y a Cris para que reaccionaran y saludaran. Así que se pusieron a ello, pasaron por todos. Pero cuando Cristina intentó darle un beso a Tom éste la rechazó. Todos nos quedamos boquiabiertos, hasta Nathan había sido más amable. Compartí una mirada de “luego hablaremos” con mi chico y emprendimos el camino al hotel.

- ¡¿Estás de coña tío?! – Todos nos giramos para ver a Tom - ¿Qué miráis?

- ¿Qué haces Parker? – le preguntó Max.

- Mira a donde nos dirigimos y luego observa el folleto que tiene ella en las manos – mi mirada se dirigió a las manos de Cristina y luego miré a Siva con confusión.

- Vaya…menuda coincidencia… - comentó Nathan.

- ¿Qué? – preguntaron Zaira y Empar a la vez.

- Estamos en el mismo hotel – mi boca cayó al suelo – eso es lo que pasa… - por la cara que puso Jay tampoco estaba muy contento por ello.

Llegamos callados. La tensión había ido aumentando a cada paso que dimos hasta llegar al complejo del hotel. Una vez dentro cogimos las llaves de las habitaciones y nos despedimos de los chicos hasta más tarde.

- ¿Habitaciones dobles y triples? – pregunté cuando Empar me dio la tarjeta.

- Exactamente cari – me contestó contenta – Tú, Mara y Cris en la 144-A y nosotras dos en la 144-B. – nos señaló la puerta. Arrastramos las maletas al interior de ella y, o por lo menos yo, nos sorprendimos.

- ¿Qué opináis catadoras profesionales de hoteles? – nos preguntó Cristina.

- Mejor que la de Londres, mejor que mi casa, pero peor que la de París – respondió Mara observando la estancia.

- Pues a mí me gusta mucho – localicé la cama y me tiré en ella - ¡wow! ¡Ahora sí que me encanta! – las demás me miraron con los ojos súper abiertos. – sí, son de agua…mi cuerpo no se menea así por gusto – comenzamos a reírnos como unas locas y cada una se puso en un cama.

Luego Cris salió a la pequeña terraza que teníamos. Salí tras ella y me quedé atónita ante el paisaje que podía observar desde allí. El inmenso mar.

- ¿Peor que París? – me pregunté sin querer en voz alta.

- Nada se compara a París – me respondió Mara, para mi sorpresa, al pasar por mi lado. Me reí y volvimos a entrar.

- ¿una de chapuzones y bronceado? – no hizo falta respuesta. A los pocos minutos estábamos con todo lo necesario en el hall. Nos encontramos a Zaira y Empar ya allí con toda la parafernalia. Salimos y recorrimos el complejo hasta llegar a una de las parcelas con la piscina más grande.

- Tenemos la playa justo al lado… - se quejó Mara señalándola.

- A mí no me gusta… - se quejó Zaira – ¿podemos primero quedarnos aquí? – pero la respuesta fue negativa. Todas queríamos ir a la playa. Así que allí fuimos. Una vez allí, extendimos las toallas, plantamos la sombrilla gigante y desplegamos las sillas. A continuación dimos comienzo a la ronda “tú me das cremita y tú bronceador”

Gold Forever L5F. [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora