63. ~Sweet dreams. ~

338 11 7
                                    

Capítulo 63.

Mara POV.

Él seguía tirando de mí y yo de mi maleta. Mi mente estaba colapsada. ¿Qué acababa de pasar? ¿Por qué Max y yo vamos a estar en una habitación durante lo qué pueda durar estas vacaciones? ¿Por qué coño me está acariciando el dorso de la mano cuál niña pequeña? Que pare todo esto ya.

Llegamos a la puerta, la 004, metió la tarjeta en la ranura y presionó la manivela con brusquedad. Al entrar se me escapó un tremendo “oh" y él se empezó a reír. Lo miré con mala cara pero continuó. Perfecto. _Se está riendo en tu cara ¿por qué será?_ Vaya, ahora le da por hablar a mi subconsciente. Silencié esa vocecilla y también las risas de Max.

- Bueno… - suspiró y se rascó la nuca - ¿Cómo…tú…cuál?

- Te recordaba más elocuente - espeté cruzando mis brazos. _Y encima eres borde. Venga, que conseguirás dormir sola en un santiament_

- Lo siento. Es que me pones nervioso. - Le miré con asombro. ¿Qué le pongo nervioso? ¿Qué yo le pongo nervioso? _Sí, pesada, eso ha dicho ¿Acaso necesitas sonotone?"_ Cállate ya, voz interna. Rodé los ojos inconscientemente. - Hace mucho que no duermo con una mujer durante más de una noche…

- Ah. Si es por eso, si es mucho problema, podemos…

- No, no. - Me interrumpió abruptamente. - Será divertido. Probaré la experiencia de dormir con mi hermana… - Su sonrisa le ocupó toda la cara y a mí me dieron ganas de arrancársela a guantazos. Otra vez la irritante palabra. No-Soy-Tu-Puñetera-Hermana. ¿Es que no lo pilla? _No. Es obvio que no lo hace._ Bufé exageradamente, balanceando mi cabeza de un lado a otro. "¿Y si se lo dices y acabas con esto ya?" Sí, claro. Ahora mismo.

- Supongo… - chasqueé mi lengua, totalmente frustrada. Pero ni se dio cuenta. Decidí no seguir con la conversación porque me estaba poniendo mala.

Recorrí la habitación y mi inicial reacción de “oh" volvió a mí. Era pequeña, blanca y verde claro, con el suelo de madera oscura y un amplio escritorio, dónde ahora reposaba mi bolso. Avancé unos pasos hasta el cuarto de baño. La madre. Es enorme. Todo lo enorme que podía ser, claro. Un espejo gigantesco ocupa toda la pared frontal. La habitación en sí estaba bien. Lo que está mal es la preciosa, como y única cama, de matrimonio, que hay. _Vas a estar durmiendo a su lado…Uy, malo…_  No ocurrirá nada. Al menos no por su parte. _Que por la tuya pasaría sin problemas_ Podrías dejarme en paz, pensé. Como respondiendo…Mierda…¿Estoy hablando conmigo misma mentalmente? Max, definitivamente, me afecta para mal. _Sí, claro…ahora échale las culpas a él_ ¡Ya basta!

- Me voy a duchar. - Informó sacando ropa de la maleta. Asentí lentamente y desapareció al instante. _Métete con él…si total…sois como hermanos ¿no?_ Estoy volviéndome majara. Y mi subconsciente es más pervertido de lo que nunca había imaginado. _Nah…la pervertida eres tú, que te lo estás hasta pensando_  Mierda, es cierto…¿Qué dices? No, no, no… _A ver, no hay nada que no hayáis visto antes…¿Verdad?_ Esta vez pude ver como esa voz me guiñaba un ojo y sonreía maléficamente. Dios…para ya, Mara. Mis pensamientos fueron detenidos por una voz, realmente preciosa, que provenía del baño. Max, duchándose y cantando. Ahora el que tiene que parar es él. _Se oye desde aquí las palmas que te pega la entrepierna_   La madre santa del Cospedal. Acabaré en un psiquiátrico, lo veo. - ¡Mara! - Chilló de repente. Me quedé quieta en el sitio. - ¿Mara? ¿Estás por ahí?

- Erm…Sí, sí…dime… - Me aproximé a la puerta.

- Es que… - Noté la voz más cerca y di un respingo. - ¿Me podrías pasar una toalla? No me he acordado y… - Sentí la sangre agitada por mis venas y un calor tremendo recorriendo mi cara. - ¿Mara…?

Gold Forever L5F. [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora