Gold Forever L5F. [Editando]

12. Good time.

Capítulo 12.

Cuando llegamos al parque, nos sentamos en unos bancos que hacían una especie de círculo con dos oberturas. Nathan, Esther, Siva, Empar y Jay se sentaron en uno y Zaira, Tom, Mara, Max y yo en el otro. Nos pusimos a hablar de ellos, de su música, de cómo se conocieron… incluso se pusieron a contar anécdotas sobre el grupo que hicieron que nos doliera la boca y la barriga de tanto reírnos. Sin duda eran unos chicos muy cercanos, divertidos y con un gran sentido del humor. En todo ese rato, sentía la persistente mirada de Tom sobre mí. No paraba, y cuando le miraba tenía que apartar la mirada de inmediato ¿qué está pasando aquí? Dios…

Más tarde, cuando ya les habíamos contado nuestras historias, y se habían reído lo suficiente de Esther y de mí, decidimos hacernos una sesión de fotos todos juntos.

- Pues no es que vayamos muy acertadas para hacernos fotos – se quejó Zaira inspeccionando la zona para ver dónde podía colocar la cámara y no se cayera.

- No importa, nosotros tampoco es que estemos muy allá… - respondió Siva mirándose de arriba a bajo. La verdad es que iban guapísimos, aun sabiendo que llevaban ropa deportiva.

- ¿no nos pediréis derechos de copyright por las fotos, no? – pregunté riéndome mientras avanzaba hacia ellos. – oh, perdón… - me disculpé con una pequeña sonrisa al chocarme con el brazo de Nathan. Él chasqueó la lengua, moviéndolo molesto el brazo y se alejó de mí. ¿pero…? Da igual, Cristina, déjalo.

- Bueno fotógrafa, ¿ya está lista la cámara? – preguntó Tom con una sonrisa de oreja a oreja, preparándose para salir guapo. Tampoco se tenía que preparar tanto…

- Sí, tranquilidad por favor – pidió Zaira apretando botones de la cámara. Al final la había dejado sobre uno de los bancos, para que pudiéramos salir todos enteros.

- ¿cómo nos ponemos? – pregunté sin saber qué hacer.

- Mira – Jay cogió mi mano – te pones aquí, posas, sonríes y ya está – él me hizo una pequeña demostración, con la cuál me reí muchísimo.

- Vale, ya está lista, cuando me digáis pongo el temporizador en marcha – Zaira nos puso en sobre aviso a todos, yo me quedé al lado de Jay y a mi otro lado se puso Nathan… genial, esto va a ser divertido. Al lado de Jay se puso Mara y al lado de Nathan, Max. Al lado de Mara se posicionó Tom, que la abrazó al igual que hizo Jay conmigo. Y al lado de Max se puso Empar y Esther. Éstos cambiaron de posición para que Empar quedara al lado de Nathan, y Esther al lado de Max. Siva y Tom guardaron un sito entre ellos para que Zaira se pudiera poner al apretar el botón.

- Vale, ¡ya! – gritó Tom. Zaira apretó el botón y se puso a correr como una loca. Aún le dio tiempo de calmarse y posar agarrada de las manos de Siva. Tres, dos, uno, foto. Cinco segundos de descanso y otra foto… y otra… así nos pasamos como media hora.

A partir de la séptima foto, empezamos a distribuirnos de diferentes formas y a hacer caras extrañas. Que si nos poníamos en tríos, que si morritos, que si ahora en parejas… esa fue la peor y mejor parte de todas. No sé a quién se le ocurrió la genial idea de que nos colocásemos así…

- ¡Venga Cristina, ponte conmigo! – Tom me agarró de la mano y me abrazó con todas sus fuerzas, balanceándome de un lado a otro, yo le correspondí riéndome. Cuando el flash se disparó sus labios estaban pegados con fuerza a mi mejilla. ¿Me puse roja? Obvio. Luego Mara empujó a Jay y éste la cogió a caballito. Saltaban y reían mientras la foto se hacía… qué estampa más bonita.

A Zaira, que estaba totalmente partiéndose de risa con nosotros, la cogió Max en brazos, obligándola a reírse aún más y a dar pataletas como una niña pequeña. Cuando la soltó se pusieron a correr el uno detrás del otro como chiquillos. Esther corrió hacía donde el objetivo apuntaba, para posar ella sola y se encontró con Nathan que estaba decidido a hacer lo mismo. Así que cuando el flash se disparó, habían salido como niños pequeños, riéndose y peleándose por salir uno delante del otro. Siva pilló desprevenida a Empar, la arrastró hacia dónde el objetivo apuntaba y justo cuando quedaban pocos segundos para que se hiciera la foto, él la abrazó e hicieron una cara muy pero que muy extraña. Estaban para comérselos, aunque no es que pegaran mucho. Esta sesión de parejitas se repitió al menos tres veces. Todo iba genial, perfecto… que si caretos por allí, risas por allá… las caras de Max y Jay eran mortales del todo. La cuarta vez que cambiamos de parejas fue la peor para mí. A Mara le tocó con Max, a Empar con Jay, a Zaira con Tom, a Esther con Siva y a mí con Nathan. Todos posaron súper cómodos y riéndose y de más.