Elliot se quedó encerrado en su habitación el resto de la tarde y Dominik aprovechó aquello para pasar cada segundo con su jefe, informándole de cómo había estado llevando la situación desde que él no estaba en el infierno.
-Hago lo que puedo, mi señor, pero obviamente no doy el ancho que daba usted... Estamos haciendo de todo para que nadie se entere de que usted no está. Sólo el consejo de Lagneia sabe de su desaparición, ni la milicia ni los otros están enterados-
El mayor lo miraba atentamente.
-Si nadie lo ha notado aún, significa que estás haciendo un excelente trabajo, Dominik. Estoy muy orgulloso- le sonrió.
Ante aquellas palabras, los ojos del Vizconde se humedecieron, totalmente conmovido, como si le acabaran de otorgar un premio.
-¡Jefeeeeee!- se lanzó hacia él, convirtiéndose en una salamandra en su pequeño trayecto de aire y aterrizando en el pecho del mayor.
Domi le dio un par de vueltas y luego volvió a su apariencia de siempre, arrodillado a un costado del príncipe y agarrándole la mano con total respeto. Las lágrimas invadían sus ojos y su nariz estaba acuosa.
-¡Haré que se sienta orgulloso de mí cada día! Desde el alba hasta el ocaso, solo buscaré motivos para que Mi señor esté feliz y me vuelva a sonreír así- aseguró con aire teatral.
Joel estuvo a punto de alejarlo, señalando que como siempre exageraba, pero la escena se vio interrumpida cuando el brujo se aclaró la garganta, detrás de ellos.
-Si no los conociera, diría que están casados- se burló levantando una ceja y causando furia inmediata en el incubo más joven.
-¡Sucio humano! ¡No dejas de portarte ofensivo con mi señor! Debería enseñarte como respetar... ¡AGH!-
El avance de Dominik hacia Elliot fue interrumpido cuando el príncipe lo tomó de la cola y de un pequeño jalón lo hizo retroceder nuevamente.
-Creí decirte que no le hicieras nada ¿acaso desobedecerás mis órdenes?-
Un sonido ahogado brotó de la garganta del Vizconde, que de inmediato negó con la cabeza rápidamente y retrocedió. Solo entonces Joel soltó su cola.
-Vaya que lo tienes bien controlado. Asusta- el brujo se mofó de la escena y aquello solo hizo que Dominik se enfureciera aún más.
-Entiendo tu enojo perfectamente, Domi, pero creeme. Este humano es tan idiota que no podría aprender sobre etiqueta ni aunque tuviera 30 libros de eso- miró a su amo, burlón -Pero bueno... Pensé que te ibas a quedar encerrado el resto del día-
-Y pretendo hacerlo mientras ese pinche castroso no se vaya- señaló a Dominik.
-"Señor pinche castroso" para ti, humano pervertido-
-Si, si, lo que digas- levantó su diestra dejando ver un pequeño frasco con un líquido rosa burbujeando en su interior -Joel, necesito que pruebes esto-
-Tsk... No puedo creer que ni siquiera diga su nombre correctamente, Mi señor ¿Está seguro de que no quiere que lo mate?-
-Dije que lo dejaras- cortó a su fiel seguidor y caminó hasta el brujo, mirando el frasco desconfiado -.... ¿Por qué tengo que probarlo yo?-
Elliot sonrió, meneó un poco el líquido en el frasco y se lo entregó al mayor.
-Porque es una poción nueva que saldrá a la venta mañana y si quiero venderla tengo que asegurarme de que funciona-
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Tu alma es mía
FantasyElliot es un joven brujo que intenta seguir los pasos de su madre y ganarse la vida vendiendo pociones, sin embargo tiene un problema: la magia no se le da muy bien. Frustrado de no mejorar pese a años de práctica, decide evocar a un demonio para...