Esta es la historia de una chica que es buscada por Alice Cullen, para ayudarla a que no lastimen a su familia. Alma Smith una chica hibrida que al llegar a Forks no solo encontrará un lugar donde quedarse sino también a 8 personas para amar. Pero...
Narra Jacob: 6 días antes: Todo acabo... ella nos dejo, y el dolor en el pecho de todos apareció como una bala.
Alma estaba dolida, molesta y decepcionada... y eso nos provocaba el doble de dolor a nosotros.
Lo último que dijo antes de irse con su padre, que había aparecido de la nada, fue un inaudible (para los oídos humanos)...
"Los amo, jamás dejare de hacerlo"
Eso si que había sido una gran y dolorosa bala al corazón, pero ahora solo nos quedaba esperar a que el tiempo pase, y que Alma pueda perdonarnos...
Todos nos giramos para mirara al grandísimo idiota de nuestro Alpha, Sam tenia la cabeza baja y estaba soltando un olor a decepción, dolor y ira.
Aunque el primero lo debía sentir Alma, y el segundo nosotros...
Leah: te juro, que porque ahora me siento débil, porque si no ya te hubiera matado ~dijo para después darse la vuelta junto a su hermano~ Jared: que buen ejemplo, Alpha ~dijo sarcástico copiando la acción de los hermanos~ Paul: como no nos vuelva a hablar, ahí si que te mato ~soltó con furia~
El resto empezamos a caminar direcciona nuestras respectivas casas, dejando al idiota de Sam parado ahí como lo que es, un idiota.
Espero que Alma nos perdone, en verdad necesito sus mimos y besos por toda la cara...
Presente (básicamente del anterior capítulo):
Habían pasado los días, y el dolor no mejoraba para nada... era todo lo contrario, solo empeoraba al no tener ningún mensaje o llamada de Alma.
El consejo había castigado a Sam, momentáneamente, sacándolo de su puesto de Alpha... y para mi mala suerte, poniéndome a mi como el nuevo Alpha de la manada Quilate.
En estos momentos no quería ni ser un Alpha, solo quería a Alma. Pero no me podía negar a las ordenes del consejo, ademes de ser el siguiente al mando...
Hoy decidimos junto con todos, de ir a ver como esta nuestra impronta... aunque Sam, como es tan idiota prefirió no ir, de esa manera ella jamás nos perdonara...
Leah: ¿creen que nos quiera hablar? ~pregunto rompiendo el silencio~ Jared: esperemos que si, mi lobo se siente demasiado adolorido ~dijo pasando una mano por su pecho~ Embry: estamos todos así, hermano. Seth: creen que Sam, se de cuenta de lo que esta haciendo?
Nadie contesto a la pregunta del menor de los Clearwater... ya que, nadie podría saber que mierda iba a hacer Sam, pero lo que teníamos muy en claro, era que no podría cagarla así de los que ya lo hico... ¿verdad?
Una vez que llegamos a la casa de nuestra impronta, pudimos ver como en al puerta, estaba estacionado el auto de Agus... y de la casa estaba saliendo el padre de nuestra chica con una maleta.
Para después ver con mucho dolor, como ella salía con una sonrisa... pero al vernos ahí parados y con el corazón echo añicos, su bellísima sonrisa se desvaneció...
Vimos y escuchamos como le decía a su padre, que solo nos venia a hablar de forma rápida, para después ya poder tomar rumbo a su primer destino...
Se encamino a nuestra dirección, y antes de pudiera decir cualquier cosa, Seth fue y se abrazo a ella con fuerza...
Alma: Seth, cachorro... no lo hagas más difícil ~le pedio con dificultad~ Seth: por favor, no te vallas. No nos dejes ~pidió de forma dolida y vimos como ella soltaba 1 lágrima~ Leah: ¿en verdad te iras? ~dijo de forma rota y adolorida~ Alma: solo por unos 5 o 6 días... quiero recuperar tiempo con mi padre... Paul: ¿nos perdonarás? ~dijo mirando la con esperanza~ Alma: lo siento Paul, pero en verdad estoy dolida... debo pensarlo ~dijo y el asintió bajando la cabeza frustrado~ Jacob: estas enojada con nosotros? ~pregunte con un hilo de voz~ Alma: no, pero me hubiera gustado, que me digan lo que estaba pasando. Jared: no queríamos... ~lo interrumpió~ Alma: que me doliera, y lo entiendo y aprecio... pero al fin y al cabo dolió más...
Separo a Seth de su cuerpo, para darle un beso en la frente... nos miro por última vez y después se subió al auto de su primo...
No nos movimos de nuestros lugares, hacta que el auto desapareció, y con el... se estaba llevando a nuestra chica...
El dolor se hico un poco más fuerte... pero no podíamos hacer nada, más que esperar a que ella pueda perdonarnos...
Seth: Leah, me duele ~dijo con voz rota y su hermana ase acerco~ Leah: lo se... vamos a casa.
Los hermanos Clearwater se fueron, y por ende nosotros también... en verdad dolía.
Narra Paul: Una vez que todos se fueron, yo me quede enfrente de la casa, no quería aceptar que la chica a la cual amada Una vez que todos se fueron, yo me quede enfrente de la casa, no quería aceptar que la chica a la cual amaba, se había ido de nuestras vidas y solo por un error...
Entre a la casa, que por suerte todavía tenia la copia de la llave, y me dirigí a su cuarto sin pensarlo mucho...
Al entrar una brisa pego en toda mi cara, a conjunto de su magnífico olor. Me adentre en la habitación, y me puse a ver todo lo que tenia fotos, libros, cuadros, algunas prendas de ropa por la habitación...
Pero algo había llamado mi atención, una foto que tenia en su escritorio. Me acerqué y pude ver como en la foto, aparecíamos nosotros dos.
Y el recuerdo de es día llego a mi mente...
Flash back: Alma: venga Paul, solo 1 foto ~pidió con un puchero adorable~ Paul: no me gustan las fotos princesa ~dije divertido~ Alma: hazlo por mi lobito ~dijo de forma sensual en mi oído~
Solté un pequeño gruñido, la agarre de la cintura para subirla a mi regazo, con una pierna de cada lado.
Paul: no provoques al lobo feroz pequeña ~dije y ella me miró de forma pícara y divertida~ Alma: ¿entonces... nos hacemos una foto? ~me pregunto de forma inocente~ Paul: de acuerdo... pero después me debes un premio ~dije y ella asintió de forma feliz~
Agarro su teléfono, y nos empezó a hacer muchas fotos... pero mi foto favorita fue cuando me beso los labios de forma apasionada y tierna a la vez.
Fue un gran día a mi parecer.
Fin del Flash back. Debía admitir que me habían encantado las fotos... simplemente me encantaba ver su carta hermosa llena de felicidad y emoción.
Además de que después, y sin que se diera cuenta, me mandé todas las fotos y algunas otras que encontré y me gustaron.
Paul: ay pequeña... como te extraño ~dije en un susurro~
Salí de cuarto y una vez que salí de la casa, la cerré y me encaminé a mi casa de forma lenta y deprimida...
Solo quería tener a mi princesa entre mis brazos, para poder llenarla de besos y mimos...
Solo eso...
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