Esta es la historia de una chica que es buscada por Alice Cullen, para ayudarla a que no lastimen a su familia. Alma Smith una chica hibrida que al llegar a Forks no solo encontrará un lugar donde quedarse sino también a 8 personas para amar. Pero...
La fecha por la cual todos habían esperando, había llegado… Navidad! Hoy era Navidad, así que habíamos quedado en festejarlo en mi casa junto a toda la manada y el consejo.
Los Cullen no estarían aquí en estas fechas, la manada Mccall estaría con sus familias o seres queridos… aunque Agustín, Cora, Derek y Peter vendrían para no pasarlas solos.
Ahora mismo eran las 11 de la mañana, los chicos tendrían que terminar unas cosas en el taller y algunas guardias, mientras que yo me pasaría todo el día cocinando y acomodando todo para los invitados…
Mientras cocinaba escuchaba algo de música, sabía que en un rato Agustín llegaría así que debía darme in poco de prisa, ya que no quería que me vieras llena de harina.
Pero el destino definitivo me odia...
Agustín: Alma, llegamos donde estas? ~grito desde la entrada~ Alma: en la cocina, llena de harían ~dije soltando un suspiro frustrado~
Los cuatro entraron en la cocina y automáticamente Agus empezó a reír por mi cara muy de seguramente…
Agustín: ve a bañarte, yo termino aquí ~dijo y yo asentí~
Les dedique una pequeña sonrisa a los Hale, quien parecian divertidos con la situación. Subí a mi cierto y me di una ducha caliente, para después cambiarme y bajar al salón.
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Derek: ahora te vez más decente ~dijo divertido~ Alma: ja ja ja, que gracioso Hale ~digo de forma sarcástica~ Cora: no lo escuches a mi hermano es un tonto ~dijo y después me abrazo~ tu pastel te quedo genial. Alma: gracias ~dije sonriendo de lado~
Nos quedamos hablado en la sala de temas neutros y sin mucho sentido… hacta que dieron las 2 de la tarde, y la manada llegó para almorzar.
Seth: hola, hola ~dijo de forma emocionada~ Agustín: hola chicos, como va? Sam: hola Agustín, estamos bien trabajando en el taller ~dijo después dándome un beso en la cabeza~ Cora: Alma nos contó, es genial.
Los chicos se sentaron donde pudieron y se unieron a nuestra conversación, contando como va el taller y otras cosas.
De un momento a otro sentí como algo dentro de mi, me pedía que bajara a la biblioteca… me levante y les dije a todos que debía ir un segundo al baño, que por suerte teníamos uno en la plata de abajo.
Fui rápidamente a la biblioteca, y allí como de costumbre me encontré con el fuego de como azul casi blanco, libros por todas partes y la mesa con las llaves y el libro.
Me acerque de forma lenta y cautelosa a la mesa y observe el libro y… pues estaba abierta en la ultima puerta que abrí… La puerta del poder…
Pero no entendía el porque, me sentía tan atraída aquí… si no había ninguna puerta más que las 4 ya abiertas…
Mire mi alrededor y centre toda mi atención en una de las estanterías enfrente de la puerta… me acerque Y pude ver que uno de los libros estaba ¿brillando? Lo saque y leí el titulo.
“La historia de la Luz y la Oscuridad”
Mire nuevamente a la estantería, y vi que había otro libro brillando, lo saque y este me dejo algo más intrigada y confundida… yo no tenia idea que teníamos este tipo de libros…
“La historia de la familia Reyes"
Deje ambos libros en la mesa y después solo me dedique a observarlos sin querer siquiera abrirlos…
Narra Agustín: Mientras que todos hablaban muy animada mente, pude ver que ya había pasado un largo tiempo desde que Alma se fue “al baño".
Conocía perfectamente a mi prima para saber que no iba al baño…
Me levante para poder ir a buscarla, aprovechando de que Cora estaba muy entretenida hablando con Leah sobre algo que no logre entender…
Me dirijo a donde podía escuchar sus latidos, que era la biblioteca… esto no terminaría bien, ya me lo venia venir.
Baja lentamente, para que no me escuchara. Al estar en el final de las escaleras la pude ver mirando unos libros arriba de su mesa… ¿ahora que le pasa?
Agustín: ¿Alma? ~pregunte en voz baja para que no nos escucharan los lobos~
Al ver que no me contestaba, me acerque en poco más. Me puse enfrente de ella, y como no lograba ver su cara me agaché un poco.
¿Que mierda?
Fue lo primero que se me vino a la mente al ver sus ojos… estaba totalmente blancos, y ese no era unos de sus colores.
La agite un poco y sus ojos volvieron a la normalidad al igual que ella, ya que salió de su transe. Me miró de forma confundida para después mirar nuevamente a los libros de la misma forma.
Alma: ¿que pasa Agus? ~dijo como si nada ~ Agustín: que, que pasa? Alma tus ojos estaban totalmente blancos… nunca los vi de esa manera ~digo de forma preocupada~ Alma: no debía ser nada, vamos ya casi es hora de cenar ~dijo con una pequeña sonrisa~
La mire extrañado, y antes de subir mire por un micro segundo a las llaves y los 3 libros sobre la mesa… que le estaban haciendo a mi prima?
Subí nuevamente y fui a la cocina que era donde ella estaba, estaba empezando a calentar la carne que hico. Tarareaba una canción de los 80'… eso era raro en ella, ósea que tarare alguna canción de cualquier época si es normal… pero lo que no es normal, es que sus ojos no tengas brillo.
Alma: chicos me ayudan a poner la mesa ~grito sin despegar la vista de la lechuga que cortaba~ Sam: ahí vamos linda.
Me fui a sentar con Cora, que apenas verme me dio un beso en la mejilla como siempre. Al verme con el ceño fruncido, me miró confundida.
Cora: ¿que pasa amor? ~pregunto acariciando mi pecho~ Agustín: Alma, esta rara… hace rato la encontré en su biblioteca, con los ojos completamente blancos y en una especie de transé… Derek: ¿pero estaba haciendo do algo en especial? ~pregunto enfrente mío, junto a su tío~ Agustín: se quedo viendo unos libros, además de esas estúpidas llaves y el otro libro… ~dije algo frustrado~ Peter: debo admitir, que tu prima avece llega a ser demasiado misteriosa… Agustín: es así desde pequeña… pero desde que llegamos a este pueblo se volvió el doble. Cora: y como esta ahora? Agustín: bien, excepto por el pequeño detalle de que… sus ojos no tenían brillo.
Nos quedamos toso callados, cada uno adentrado en sus pensamientos. Pero eso termino cuando Seth llegó diciendo que era hora de cenar.
Nos sentamos todos juntos y después de dar las gracias por la cena y demás… aunque en toda la cena no pude dejar de pensar y mirar de techo a mi prima… aprovecha do el hecho de que yo no comía.
Tarde o temprano esto acabaría…
Y esperaba que fuera de buena manera…
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