Esta es la historia de una chica que es buscada por Alice Cullen, para ayudarla a que no lastimen a su familia. Alma Smith una chica hibrida que al llegar a Forks no solo encontrará un lugar donde quedarse sino también a 8 personas para amar. Pero...
2 semanas después: 2 semanas en las cuales, a pesar de que fingía estar bien enfrente de todos… simplemente me estaba destrozando por dentro.
2 semanas en las cuelas, mi primo ya había vuelto de su luna de miel… e intente fingir estar bien y que no se involucrará tanto en mis asuntos por, no querer ser un peso para el.
2 semanas en las cuelas los chicos, se estuvieron preocupando mucho por mi. A pesar que les dije que estaba bien.
Si, seguía sintiéndome como la misma mierda de siempre… y al parecer 1 persona en especial lo noto más que el resto…
Emmett. Mi osito y hermano de corazón. Mi fiel confidente y amigo.
Actualmente estaba tirada en mi cama mirando el techo de mi cuarto, solo lo miraba pensando en como había llegado a tal punto de poner en juego todo.
A mis amigos, a mi familia, a mis almas gemelas… ponía todo y a todos en juego por solo haber nacido… que mierda más grande, ¿no?
Escuche como se abrió la puerta, pero estaba tan metida en mis pensar que no quise mover ni un musculo.
Emmett: te vez fatal ~dijo enfrente mío con los barcos cruzados~ Alma: que más da? Emmett: desde que te conozco, nunca te vi tan mal como ahora…
No conteste nada, me senté en la cama y lo mire. Me miraba con preocupación y seriedad, parecía un padre regañando a su hija.
Se sentó a mi lado y simplemente se dedico a mirar el suelo, con los sobre sus piernas y la cabeza baja. Copie su acción y nos quedamos unos cuanto mis así hasta que se digno a hablar.
Emmett: cuando do te vi pasar entre todo nosotros, el día que Alice recurso a ti… no pude evitar mírate como una hermanita pequeña…
Lo mire de forma confundida y algo curiosa, el levanto la mirada y ahora clavo su mirada en la puerta.
Emmett: te veías tan pequeña e indefensa, que simplemente te quería proteger incluso de las cosas mas pequeñas… yo siempre quise una hermana o hermano, pero tu, tu pequeña eres algo especial y no solo por el echo de ser hibrida… eres especial a tu manera. Alma: no es cierto… yo mate a mi madre, le quite la vida y sus sueños, mi padre murió protegiéndome, mi tío me quiere matar, mi primo durante años estuvo a mi lado y no pudo seguir su vida, y todo el que esta a mi lado sale lastimado… Emmett: No es así. Tu eres Alan Smith, una hibrida fuerte, poderosa, hermosa e inteligente. Y no quiero escucharte decir lo contrato de tu persona. Alma: pero… Emmett: pero nada, si no puedes ver lo que eres pues te lo demostraremos.
Lo mire confundida, y sin darme cuenta estaba siendo llevada en su hombro como costal de papas. Por lo que puede ver en el camino sin marearme fue que me estaba llevando al patio trasero de la casa.
Me bajo y ahí pude ver como estaba todas las personas que más quería en el mundo, ambas manadas y los Cullen.
Emmett: tu piensas que eres menos por tu pasado, demuéstrame que tu puedes pelear sin corromperte ~dijo poniéndose en posición de pelea~ Alma: Emmett, no estoy en condi-… ~no pude terminar por que me saco volando~
Cuando caí a los pies del resto, me levante y limpie la poca tierra de mi ropa. Mire al resto y ellos me sonrieron en apoyo.
Miré al frente y con mucho esfuerzo le di una patada a Emmett, que la verdad no lo movió para nada. El sonrió algo burlón para después volverme a pegar y hacerme volar.
Emmett: ¡Alma, defiéndete! ¿Porque no lo haces? Alma: porque no tengo fuerza! ~dije soltando lagrimas de desesperación ~ no soy fuerte Emmett, pierdo mi fuerza día a día! Emmett: ¡entonces recupera la! Con quien entrenar sino?! Alma: con el cabello de escoba, o con el caballero, incluso con las manadas ~dije y recibí un sonido de disgusto por parte de Edward~ Edward: mi cabello no es de escoba ~dijo indignado~ Emmett: no seria lo mismo y lo sabes bien. Alma: Emmett, mírame… por cada golpe que me den, me quiebro más y más… esto ya no tiene sentido… Emmett: ¿porque te rindes sin siquiera intentarlo? Alma: ¡porque estoy cansada! ¡Estoy cansada de intentar algo que jamás logre! ¡Estoy cansada de pelear y no lograr llegar a ningún lugar! Que cada vez que pelo pierdo algo o alguien importante…
A este punto lloraba sin consuelo, mientras sentía las miradas de lastima de todos… excepto la de Emmett, la suya era de seriedad y decepción.
Emmett: no te reconozco… donde quedo mi hermanita? La cual es fuerte y valiente? ~dijo devastado y decepcionado~ Alma: se fue…
Emmett, miro unos segundo el suelo y sin darme tiempo a reaccionar mendi9 un golpe que me dejo del otro lado del claro.
Paul: que te pasa idiota?! ~escuche como le grito fuera de si~ Emmett: intentado que tu novia deje de ser tan tonta y dejarse manipular su pasado.
Me levante y nuevamente sin darme tiempo, me hico volar por los aires aterrizando en los pies del resto. Escupí sangre y me levante.
Agustín: Alma tu cara… Alma: No. Si el quiere pelear pues tendre pelear.
Corrí a velocidad vampírica y le di el golpeas mas fuerte que puede, el cual no lo hico mover ni un musculo.
Eso provoco que le de más y más golpes, tantos que podía ver como mis piernas y manos sangraban. Claramente sabia que era mi sangre, pero no me rendiría.
Emmett a pesar de todo, cada tanto perdía el equilibrio pero mantenía la pose con los brazos cursados y el ceño fruncido.
Al no poder más, use mis poderes y provocando con el aire lo hiciera volar, el se levanto y corrió así mi lo esquive y seguimos peleando, el con su fuerza y yo con mis poderes.
Podía sentir sangre en mi nariz, cabeza y boca. El sabor metálico de esta era demasiado fuerte para mi… y me tentaba.
Cuando Emmett estaba por darme un golpe, que parecía muy fuerte. Yo simplemente me desplome en el suelo, sin poder ni conmigo misa…
Después de toda la pelea pude ver como dejamos mi patio, y si la tenia que describir en 1 sola palabra pues… Desastre.
Emmett: ya te sientes mejor? Alma: algo… y tu?
El se río como nunca y me ayudo a levantarme, mire a todos que tenían y expulsaba una preocupación impresionante, les sonríe de forma divertida y ellos se tranquilizarnos inmediatamente. Corrí con algo de dificultad y los abrazo a todos con mucho cariño y nada de fuerzas.
Al final Mi osito tenia razón, necesitaba una buena pele para volver a ser yo misma…
Y ahí me di cuenta que el libro no te mataba, te sacaba fuerzas solo para lograr algo... que dentro de poco comprendería.
Gracias en verdad…
Emmett Culle.
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